¿ Cómo tratar a los empleados según su personalidad ?

En la mayoría de las compañías, los empleados pueden ser clasificados por dos tipos de personalidad: los extrovertidos, a quienes se les facilitan las interacciones sociales, y los introvertidos, quienes disfrutan pasar tiempo en solitario.

¿Cómo saber qué empleado tiene qué personalidad? Podrás deducirlo al observarlos en acción. La persona que constantemente está buscando a los demás para hablar y puede sacar conversación hasta en la máquina de café o que sugiere hacer sesiones de lluvias de ideas para resolver un problema probablemente sea un extrovertido. Mientras tanto, la que se mantiene en un rincón tomando notas suele ser introvertida.

Aunque los empleados varíen de acuerdo a sus fortalezas y preferencias, te decimos cómo puedes manejar a las dos personalidades para conseguir su mejor rendimiento.

Empleados introvertidos

1. Dales tiempo para pensar

Los empleados introvertidos suelen trabajar mejor cuando tienen tiempo suficiente para pensar en ideas o temas por adelantado, por lo que crear una agenda es una buena forma de incentivar su participación.

2. Dales espacio

Tener demasiado estímulo externo puede ser sofocante para ellos. Si no es posible que trabajen en una oficina cerrada, al menos asígnales un espacio tranquilo donde puedan refugiarse de vez en vez.

3. Planea reuniones tempranas

Debido a que los introvertidos suelen tener más energía en la mañana, intenta que las reuniones importantes sean a las primeras horas. En esos momentos aún no están cansados de tratar con gente. Si no puedes hacerlo, dales tiempo de planear y pensar antes de la junta.

4. Siéntete cómodo con el silencio

Cuando converses con los introvertidos, dales tiempo para responder y hazles preguntas. No le temas al silencio y no intentes cubrir todo momento con conversación. Evita que tú y el resto del equipo los interrumpan.

5. Busca su retroalimentación

Obtén respuestas e información de los introvertidos en formas que los hagan sentir cómodos. En lugar de esperar que tengan discusiones espontáneas sobre proyectos, búscalos de uno en uno. En las reuniones pide específicamente su opinión y dales la oportunidad de expresarse.

Empleados extrovertidos

1. Asigna trabajo en equipo

Los extrovertidos suelen desempeñarse bien en acciones de creatividad grupal. Sesiones de lluvia de ideas y otros métodos parecidos donde se reúne gente para pensar y resolver problemas son buenos ambientes para gente con esta personalidad. Ojo: evita que dominen las discusiones.

2. Déjalos expresarse

Los extrovertidos deben hablar para desarrollar su pensamiento. Para conseguir las mejores ideas de ellos, crea oportunidades donde puedan expresarse y discutir soluciones e ideas, dar retroalimentación y evaluar información.

3. Dales pistas corporales

Los extrovertidos también responden bien a las pistas no verbales y son buenos leyendo el lenguaje corporal. Cuando sostengas conversaciones con ellos, toma en cuenta tus expresiones faciales, tono de voz y otras formas de lenguaje corporal para dar a entender el mensaje que quieres.

4. Entiende su energía

Los extrovertidos típicamente necesitan más energía si han estado solos por un tiempo. Así que agendar las reuniones después de que la persona estuvo trabajando en un reporte o cuando ha pasado todo el día sentado es un buen momento para conseguir que se re energicen y compartan buenas ideas.

5. Permíteles interactuar con otras personas

Los extrovertidos suelen ser más hábiles en trabajos donde interactúen en persona con los clientes, asistan a conferencias o estén en ambientes donde hay mucha gente. Propicia este tipo de actividades.

Fuente: Entreprenuer

​10 frases que nunca debes decir en una entrevista de trabajo, según los expertos

Si has entregado tu Currículum Vitae a una empresa y te han seleccionado para acudir a una entrevista, hay algo de tu perfil que ha hecho que la compañía considere que eres un buen candidato para incorporarse a su plantilla.

Ahora depende de ti dejar un buen sabor de boca en la entrevista para que el reclutador decida que el candidato que debe ocupar ese puesto que se oferta eres tú y no otro.

Frases que nunca debes decir en una entrevista laboral

En el artículo de hoy contamos con la colaboración de Jonathan García-Allen, Director de Comunicación de la revista Psicología y Mente y experto en selección de personal, para que te brinde unos consejos que te ayuden a no cometer errores y maximizar tus posibilidades de éxito.

A continuación te mostramos una lista frases que no debes mencionar en una entrevista de trabajo.

1. No me gusta el trabajo en equipo

“Una de las competencias que más valoran hoy día las empresas es el trabajo en equipo, porque favorece la creatividad y el aprendizaje, mezcla las fortalezas complementarias, mejora el desempeño, reduce el estrés de los trabajadores y aumenta la productividad de la empresa”, argumenta el psicólogo experto en Recursos Humanos.

“Decir que no te gusta el trabajo en equipo es prácticamente decir adiós al trabajo al que aspiras” cerciora García-Allen. Así que no te la juegues y deja claro que consideras que el trabajo en equipo es importante no solo para el trabajador, sino también para la empresa.

2. No sé nada de esta empresa

“Presentarte en una entrevista de trabajo sin saber nada de la empresa muestra que tienes poco interés. Hoy en día, gracias a internet, es fácil recabar información sobre cuál es el sector en el que se desarrolla la compañía y cuál es el producto que oferta” explica el experto. Si quieres dejar una buena imagen, haz tu investigación y asegúrate conocer los aspectos básicos de la organización. De esta manera, el entrevistador sabrá que realmente deseas el empleo.

3. Cualquier frase que incluya críticas a la anterior empresa

“Es habitual que en una entrevista laboral te hagan una o dos preguntas sobre tu antiguo trabajo. No debes tomar esto como una oportunidad para verbalizar ese resentimiento que llevas dentro (si acabaste mal) con frases como -tenía mala relación con mi jefe-” aconseja Jonathan García-Allen.

Debes procurar dar una imagen positiva para evitar parecer rencoroso y vengativo, y no olvides que los reclutadores evalúan tu lenguaje verbal y no verbal durante una entrevista, por lo que muéstrate tranquilo y no hables mal de tu antiguo trabajo. Esto te convierte en una persona amable, agradable e ideal para trabajar en equipo, que es lo que buscan las empresas en la actualidad.

5. Solo me interesa el dinero

Está claro que el dinero es un aspecto importante a la hora de elegir un trabajo y a nadie le gusta trabajar gratis, pero las empresas valoran a los trabajadores que se comprometen con la compañía y muestran interés más allá de lo económico.

Lógicamente, también es misión de la empresa ofrecer condiciones motivadoras a los trabajadores. Pero si te preguntan “¿Por qué te gustaría trabajar en esta empresa?”, resalta otras cualidades de ésta, aquellas que tienen más que ver con el lado emocional de las personas, como por ejemplo: “es líder en su sector” o “creo que puedo crecer y desarrollarme profesionalmente”.

5. ¿Cuándo tendré vacaciones?

“Hacer preguntas como cuándo tendrás vacaciones y exponer lo relajado que le gustaría que fuera el ambiente de trabajo en la oficina puede tener negativos”, apunta García-Allen.

Aunque las buenas condiciones laborales son buenas tanto para el empleado como para la empresa, pues mejora la productividad, hacer esta pregunta puede hacerte quedar como una persona poco trabajadora a ojos del reclutador. Muéstrate como una persona entusiasmada con poder ocupar el lugar de trabajo que se oferta y evita dar la imagen de persona poco trabajadora. Ningún reclutador quiere a alguien que se escaquee a las primeras de cambio.

6. Tengo otras ofertas laborales

Puede parecer que hacerte el interesante va a atraer al reclutador, pero lo que realmente va a llamar la atención de la persona que te entrevista son las competencias que posees para el puesto que se oferta. Decir que tienes muchas ofertas de trabajo hará proyectes una imagen de persona engreída y puede parecer forzado. “Limítate a exponer tu mejor versión y deja claro por qué eres el candidato idóneo para cubrir ese puesto que tanto deseas” sugiere García-Allen.

7. Frases que incluyan mentiras

“Mentir en una entrevista no es una buena opción. Si bien puedes intentar dirigir la entrevista de manera que resaltes los aspectos positivos de tu persona, no debes decir cosas que no son ciertas porque tarde o temprano pueden pillarte” nos cuenta el psicólogo.

Respecto a esto, García-Allen señala que “Falsear tu experiencia laboral o tu perfil profesional puede llevarte a quedar mal no solamente durante la entrevista, sino que en el momento de demostrar tu valía, quizás no seas la persona idónea para el puesto, lo cual es una pérdida de tiempo para ti y para la empresa”.

8. No me conozco

Es habitual que durante el transcurso de una entrevista laboral aparezca la pregunta “¿Cuáles son las tres virtudes y defectos que posees?”. Esta pregunta, que lo que pretende es conocer tu cualidades y tu grado de sinceridad, debes responder.

Jonathan García-Allen, explica que “Decir que ‘no te conoces’ deja claro que eres una persona que no tiene conocimiento de sus fortalezas y posees una personalidad débil. El autoconocimiento está muy relacionado con la autoconfianza y el desarrollo personal de las personas, y es clave en el rendimiento del trabajador”. Si no te conoces, ¿cómo sabes que quieres ese trabajo?

9. No tengo preguntas

Si bien bombardear al entrevistador con preguntas no es bueno, es importante mostrar curiosidad. Al finalizar la entrevista de trabajo, el reclutador suele preguntar si el candidato tiene más preguntas y en este caso es oportuno realizarlas.

“Los reclutadores se sienten más impresionados con las preguntas que hacen los candidatos que con las respuestas que dan, pues para ellos también es una fuente de información sobre las cualidades de éstos”, afirma el psicólogo de las organizaciones. Preguntas como: “He visto que su empresa ha ganado varios premios. ¿Qué es lo que os da ventaja competitiva?” pueden mostrar interés por la empresa y ganas de hacerlo bien dentro de ésta.

10. Me despidieron de mi antiguo trabajo

En ocasiones, el motivo de finalización de contrato en una empresa es el despido. Pero si esto te ha ocurrido, mejor no lo digas con esas palabras en una entrevista de trabajo.

Para ello, recurre a otras alternativas como “no era lo que estaba buscando pero aprendí nuevas habilidades y nuevas formas de trabajar, por lo que he me ha servido para algo”. Como recomienda Garcia-Allen: “No digas la palabra -despido-. Dale la vuelta a lo negativo y resalta lo positivo, no mientas y no hables mal de tu anterior empresa”.

Fuente: PsicologiaYMente

Entérate por qué te conviene contratar ‘a ciegas’

El término reclutamiento a ciegas se refiere a la práctica de contratar empleados en cuyo CV se ha omitido toda información que pudiera aportar pautas sobre su género, raza, edad, educación o nacionalidad, basando el criterio de selección exclusivamente en los méritos, las habilidades y la experiencia laboral comprobable de los candidatos.

Al eliminar datos que podrían desviar el juicio de los reclutadores -aún de modo no intencional-, se les da a los grupos infrarrepresentados la confianza de que su solicitud será considerada justamente.

A ojos de muchos, los actuales procesos de contratación son parciales, elitistas e imperfectos: una serie de estudios llevados a cabo por la Oficina Nacional de Investigación Económica de los Estados Unidos ha demostrado que las personas con nombres étnicos o propios de una minoría (latinos, afroamericanos, asiáticos, etc.), necesita enviar un 50% más de currículos antes de recibir una respuesta por parte de sus potenciales empleadores que aquellas personas cuyos nombres son de origen anglosajón, mermando las posibilidades de dichas minorías de conseguir empleos aún estando capacitadas para los mismos.

A su vez, los estudios plantean que dentro del grupo de candidatos de nombre anglosajón existen también diferencias remarcables: aquellas personas que han concurrido a universidades más prestigiosas tienen un índice de contratación más elevado que aquellas que han cursado la misma carrera -incluso con las mismas calificaciones- en una universidad más modesta.

¿Cuáles son los beneficios del reclutamiento a ciegas?

Para los candidatos a nuevos empleos los beneficios son claros: este tipo de método de reclutamiento aumenta su posibilidad de ser contratados con base en sus habilidades y talentos, y no ser juzgados por factores no relevantes como su origen, su género, su edad o su nacionalidad.

Según los estudios previamente descritos, esto es especialmente cierto para la gente perteneciente a las minorías, para los extranjeros e incluso para las mujeres en edad reproductiva: al buscar candidatos para puestos de duración indefinida, muchas compañías evitan contratar mujeres recientemente casadas o aquellas en el punto álgido de su edad reproductiva para evitar la posibilidad de tener que cubrir una posible baja por maternidad.

Para las empresas los beneficios también son considerables: aquellas que ponen en práctica este tipo de proceso de selección cuentan con un equipo más diverso y más rico en ideas y puntos de vista y, lo más importante: tienen puertas adentro de un universo de gente similar a su abanico de potenciales clientes, más heterogéneo y, por ende, más parecido a la sociedad real de la que es parte.

Para la sociedad, significa oportunidades iguales para todos, el desarrollo de una cultura más inclusiva y la aceptación de las diferencias como fuerza motora del progreso.

¿Puede el reclutamiento a ciegas combatir los prejuicios dentro del mundo laboral?

Es importante enfatizar que el reclutamiento a ciegas no puede, por sí solo, garantizar una fuerza laboral más diversa; es tan solo una de las medidas a tomar en el camino a la creación de una cultura inclusiva.Sin embargo, queda todavía la necesidad de eliminar el sesgo en la etapa de la entrevista, cuando candidato y empleador se encuentran cara a cara.

Por fortuna, este tipo de situaciones en el ámbito laboral están cada vez mejor reguladas, ofreciendo protección legal por medio de abogados laborales a los candidatos que pueden demostrar haber sido víctimas de un prejuicio basado en su aspecto, nacionalidad, raza, inclinación sexual, edad o género.

Fuente: Entreprenuer

10 claves para elegir al mejor empleado

 

El capital humano es, sin duda, el gran motor de la empresa. Los procesos de selección de personal son clave para que una organización tenga éxito o no. Elegir a los candidatos apropiados para cubrir los diferentes puestos de la compañía va a ser determinante para el buen desempeño de los trabajadores y el rendimiento de la empresa. Elegir mal, además, supone un gran gasto.

Algunas consecuencias de un mal proceso de selección de personal son las siguientes:

  • Insatisfacción de los trabajadores y mal rendimiento de éstos.
  • Problemas de adaptación e integración.
  • Aumento de la rotación.
  • Mayor costo en formación y nuevos procesos de selección.
  • Pérdidas para la empresa y peores resultados.
  • Mal clima laboral.

Claves para un proceso de selección exitoso

Para evitar estas consecuencias negativas, es posible seguir una serie de pasos para que el proceso de selección de personal sea efectivo. Los vemos en las siguientes líneas.

1. Detecta las necesidades

El primer paso para lograr el éxito en el proceso de selección de personal es definir bien el puesto de trabajo que se quiere cubrir. Esta tarea básica que puede parecer de sentido común para los expertos en Recursos Humanos, puede no serlo tanto para aquellos individuos que no han recibido formación en este campo. Por extraño que parezca, aún hay personas que utilizan el sistema clásico de entrevista, por lo que no analizan al detalle las necesidades del puesto, ni preparan a conciencia el proceso selección de personal.

El primer paso, por tanto, es conocer a fondo las tareas que en el puesto de trabajo se llevan a cabo y las habilidades que necesita un individuo que quiera trabajar en esa posición. Será necesario recopilar información clave, como por ejemplo, el objetivo del lugar de trabajo, las funciones que en él se realizan, los requisitos exigidos y aquellas competencias y habilidades que un trabajador debe poseer para poder ofrecer un buen rendimiento al ocupar ese empleo.

Conocer el puesto de trabajo puede hacerse unas semanas antes de la entrevista o, idóneamente, al elaborar un catálogo de competencias de la organización en la que todos los puestos de trabajo queden bien definidos y guardados para posibles procesos de selección futuros. La descripción del puesto es clave para poder evaluar las competencias de los candidatos en la entrevista y para saber qué preguntarles para extraer el máximo de información útil.

2. Planifícalo

Otra de las claves para tener éxito en un proceso de selección de personal es la buena planificación. Algunas empresas tienen implementado un plan integral de recursos humanos, que tiene en cuenta los procesos de selección, capacitación, remuneración, etc., y que facilita enormemente la gestión del personal a todos los niveles. Así es más fácil detectar las necesidades y poder planificar una mejora, por ejemplo, en la formación de algunos empleados. Cuando este no es el caso, es necesario planificar el proceso de selección para saber cómo se va a llevar a cabo. Eso sí, siempre después de haber evaluado las necesidades.

3. Ten en cuenta las necesidades de la organización

Un proceso de selección de personal tiene en cuenta tres elementos clave. Por un lado, el puesto de trabajo, que como he comentado, es necesario que quede bien definido. Un segundo elemento clave es el trabajador, pues las competencias que éste posee deben encajar con los requerimientos del puesto.

Pero el tercer elemento, y no menos importante, es la organización, pues cada compañía es diferente y tiene sus valores, su clima laboral y su manera de trabajar. Los trabajadores no solamente deben encajar en el puesto de trabajo, sino también en la organización y su cultura. Conocer la compañía a fondo también es clave para poder evaluar a los candidatos que aspiren a un trabajo dentro de la misma.

4. Evalúa las competencias

Lo que diferencia a los procesos de selección clásicos de los modernos es el concepto de competencia, que surgió de la necesidad de valorar no sólo el conjunto de los conocimientos, las habilidades y destrezas que un individuo posee, sino también su capacidad de emplear sus capacidades para responder situaciones concretas y resolver problemas que pueden surgir en el ámbito laboral. Las competencias, además, tienen en cuenta el componente actitudinal y valorativo que está presente en las acciones de los trabajadores.

Este concepto incluye cuatro dimensiones distintas:

  • Saber ser: es el elemento personal. Son las actitudes y valores que guían el comportamiento de un individuo.
  • Saber: es el elemento técnico. Los estudios o conocimientos que la persona posee.
  • Saber hacer: es el elemento metodológico o la capacidad de aplicar el conocimiento: son las maneras de actuar, las habilidades, destrezas….
  • Saber estar: es el elemento participativo y la capacidad de comunicación interpersonal y el trabajo en equipo.

Las competencias nos sirven para evaluar si la persona encaja en el puesto y también en la organización.

5. Detecta el talento de tu propia empresa

A veces no es necesario ir a buscar el talento fuera porque lo que tenemos en la empresa es bueno. Piensa en un empleado que lleva 10 años en la organización y conoce mejor que nadie cómo funciona la empresa. Quizás esté preparado para rendir mejor en otro puesto, o es posible formarle para que trabaje en otro trabajo donde pueda ser incluso más útil para la compañía. Detectar el talento es clave para poder realizar promoción interna. La empresa gana y el trabajador también, pues se siente valorado.

6. Sumérgete en el mundo digital y busca candidatos pasivos

Los métodos tradicionales de reclutamiento se basan, generalmente, en lo que se conoce como candidato activo, pues la empresa espera que le lleguen los currículos de la persona interesada en el puesto. El clásico método es el de poner una oferta, por ejemplo, en una web de búsqueda de empleo, donde los mismos candidatos se preocupan de hacer llegar el CV a la empresa.

En cambio, con el surgimiento del mundo 2.0, ha aparecido una nueva manera de reclutar, y es la búsqueda de candidatos pasivos por parte de los headhunters, algo que funciona muy bien para determinados puestos, por ejemplo, los altos cargos. El candidato pasivo, normalmente, no tiene la necesidad de cambiar de empleo, pero es talento que suele ser muy valorado.

7. Utiliza las pruebas y cuestionarios necesarios

Los procesos de selección de personal más eficientes incluyen distintas pruebas y cuestionarios para seleccionar a los candidatos idóneos para los puesto de trabajo que ofertan. La entrevista de trabajo puede ser una buena herramienta para conocer al aspirante, pero basarse solamente en este método puede no ser del todo fiable.

Por eso es posible emplear distintas pruebas (por ejemplo, los juegos de rol) o tests psicotécnicos para determinar la aptitud profesional de los candidatos, conocer su personalidad y evaluar su motivación.

8 Prepara la entrevista

Como he dicho, conocer las necesidades del puesto, planificar el proceso de selección, y emplear el método de las competencias es esencial para poder sacar el mayor partido posible a la entrevista de trabajo. Saber exactamente qué competencias necesitamos nos permitirá reconocerlas y medirlas en cada candidato que entrevistemos, y para ello hay que planificar una entrevista que se adapte a cada caso. Además, esto nos permitirá comparar los diferentes aspirantes al puesto y sacar conclusiones más fiables.

9. Presta atención a la incorporación

El proceso de selección no termina con la elección del candidato y la contratación de éste, sino que la incorporación al puesto de trabajo debe ser también un aspecto a tener en cuenta para lograr el éxito en esta tarea. Hacer que conozca a fondo la empresa y se integre correctamente con los compañeros y la cultura de la organización es necesario para que ese candidato se sienta a gusto y desempeñe las funciones de la mejor manera posible.

10. Haz un seguimiento

El seguimiento también es clave en el proceso de selección, y evaluar al candidato a corto y medio plazo, mediante encuestas de satisfacción o valoraciones del rendimiento, es indispensable para conocer si la elección que hemos realizado ha sido acertada.

Entrevistas de trabajo: Los 10 errores más frecuentes

En nuestra vida diaria todos cometemos errores, pero si hay un lugar donde deberíamos evitarlos, es durante las entrevistas de trabajo. En muchas ocasiones, los errores pueden ser enmendados, pero los fallos cometidos durante una entrevista de trabajo pueden determinar, en ojos de los entrevistadores, si somos aptos o no para un puesto en concreto. Ya que probablemente solo tenemos una oportunidad para demostrar nuestro potencial, es preciso dar la mejor imagen posible.

Entrevistas de trabajo: causar buena impresión depende de ti

En la siguiente lista citaremos los diez errores más habituales que el personal de Recursos Humanos detecta en las entrevistas. También propondremos algunos consejos para evitarlos, para de este modo gozar de mayores posibilidades de ser elegidos para el trabajo que deseamos.

1. Vestirse in apropiadamente para una entrevista

Cómo evitarlo: debemos investigar la cultura de la empresa para tener una idea de cómo vestirse. Tanto el puesto de trabajo como la cultura organizacional pueden determinar cuál es la mejor impresión para el empleo al que aspiramos. Si no tiene idea de como ir, la apuesta más segura es vestirse de forma seria y elegante, no necesariamente con traje.

2. Llegar tarde

Cómo evitarlo: si es usted el tipo de persona que suele llegar tarde habitualmente, debe salir de casa media hora o una hora antes, el tiempo que considere suficiente contando el peor de las situaciones (tráfico, que se pueda perder por el camino, etcétera). Pocos errores van a arruinar las posibilidades de ser contratado más que éste.

3. Un mal lenguaje corporal

Cómo evitarlo: es uno de los errores más frecuentes en el desarrollo de las entrevistas de trabajo y también el más fácil de prevenir. Mantener una buena postura, permanecer relativamente quieto y mantener la mayor cantidad de tiempo posible el contacto visual. Entrenarse para evitar hábitos nerviosos como tocarse la cara, balancearse hacia adelante y hacia atrás, o asentir con la cabeza en exceso, pueden mejorar la calidad de la entrevista y la percepción del entrevistador sobre nosotros.

4. La falta de confianza en uno mismo

Cómo evitarlo: no balbucear, no mirar hacia el suelo o la mesa, y sobre todo, no quedarse corto a la hora de hablar sobre las capacidades personales. ¡Pero siempre con humildad! La mayoría de personas tienen cierto miedo a la hora de exponer sus cualidades positivas y logros, pero las entrevistas de trabajo es el lugar perfecto para hacerlo.

5. Falta de interés

Cómo evitarlo: formular preguntas sobre las vacaciones, los beneficios, o lo relajado que le gustaría que fuera el ambiente de trabajo en la oficina en la que quiere trabajar puede tener efectos negativos. Sin embargo, no preguntar nada puede ser incluso peor, porque puede transmitir apatía. Hay que mostrar interés en el puesto y en la empresa para que los entrevistadores puedan saber que realmente desea el empleo.

6. Hacer demasiadas preguntas

Cómo evitarlo: idealmente, debería esperar para hacer preguntas hasta que el entrevistador se lo haga saber. De lo contrario, debe hacerlas cuando la oportunidad surja durante la entrevista de trabajo. Es importante mostrar curiosidad, pero sin bombardear al entrevistador con preguntas.

7. Interrumpir al entrevistador

Cómo evitarlo: en el mejor de los casos, si interrumpe al entrevistador, éste no le percibirá como una persona ansiosa, pero seguramente sí pensará de usted que es algo irrespetuoso o simplemente grosero. No importa lo emocionado que esté, asegúrese de que está escuchando activamente y con mucho cuidado al entrevistador, y espere a que termine de hablar antes de responder.

8. Hablar mal de su antiguo trabajo

Cómo evitarlo: es probable que en las entrevistas de trabajo le hagan una o dos preguntas sobre su antiguo trabajo o acerca de su relación con el último jefe que tuvo. No tome esto como una oportunidad para hablar mal de ellos. Acentuar lo positivo, le convierte en una persona amable y agradable con la que se hace placentero trabajar. Si se centra en lo negativo. parecerá rencoroso y vengativo.

9. Dar información falsa

Cómo evitarlo: estudie la empresa: no acuda a entrevistas de trabajo sin conocerla bien. Revise su hoja de vida. No hay nada más vergonzoso que no ser capaz de responder con precisión a una pregunta acerca de un proyecto específico en el que ha trabajado. El primer paso en la preparación para una entrevista es ser un experto en usted mismo. Tómese un tiempo para conocer quién es realmente y conozca sus cualidades y defectos para poder hacer una entrevista fluida y correcta.

10. Falta de preparación

Cómo evitarlo: todos los errores mencionados anteriormente pueden ser resumidos en éste. Una entrevista es esencialmente un cásting, y usted es un actor ¿Piensa que alguien se presentaría a una cásting sin preparación? Haga su investigación y asegúrese de que está listo para poder hacer una entrevista en la que mostrar su mejor perfil.

Fuente: PsicologiaYMente

10 pasos para pedir un aumento de sueldo

Es normal que después de un tiempo en el trabajo comiences a sentirte inconforme con lo que ganas, en comparación a la cantidad de responsabilidades que tienes. Esto sin dudas juega un rol determinante en tu motivación y productividad en la oficina.

El hecho en cuestión es que es muy fácil pensarlo, pero no es nada fácil hacerlo. La mayoría considera adecuado pautar una cita con su jefe para abordar el tema, sin embargo la mejor manera es hacerlo por escrito, pues esto garantizará una mejor comunicación.

La ventaja de hacerlo por escrito es que evitarás cualquier malentendido y que se pasen por alto puntos importantes. Además, no tendrás que enfrentar esa incómoda situación en una conversación frente a frente con tu jefe. Lo único que necesitas es tiempo para redactar bien tu carta.

Algo que debes tomar en cuenta antes de pedir un aumento de sueldo, es la situación en la que se encuentra la empresa. Si por ejemplo está atravesando un mal momento, sé paciente y espera a que las cosas mejoren, de lo contrario quedarás como un empleado desconsiderado y apático con su lugar de trabajo.

Estos son algunos aspectos importantes que debes tomar en cuenta a la hora de redactar tu carta:

1. Pida el aumento antes del cierre de presupuesto anual

La época del año juega un papel importantísimo a la hora de pedir un aumento. Si estás en mayo o en junio, olvídate de pedir un aumento, pues lo más seguro es que ni miren tu solicitud. Mejor espera hasta final de año ya que es la época cuando existen más probabilidades de concederte el aumento.

2. Determina cuál es tu posición dentro de la empresa

Tómate el tiempo para pensar si de verdad te mereces ese aumento de sueldo. ¿Qué valor agregado le has estado aportando a la empresa? ¿Tienes más responsabilidades que el resto? ¿Tus tareas son bastante especializadas? ¿Te ascendieron y sigues ganando lo mismo?

Antes de pedir un aumento, asegúrate de que sea porque lo mereces, no por un simple capricho.

3. Redacta una lista

Toma lápiz y papel y redacta una carta donde incluyas las razones por las cuales eres buen candidato para pedir un aumento de sueldo. ¿Cuáles han sido tus últimos logros? ¿Qué tan pesada es tu carta laboral? ¿Cómo ha sido tu desempeño? ¿Eres productivo? ¿Cuándo fue la última vez que te dieron un aumento?

4. Determina la cantidad del aumento

Aunque tu jefe sea el de la última palabra, es bueno que analices cuánto quieres que te aumenten y presentarlo sólo como una propuesta. De esta manera, será mucho más fácil para tu jefe fijar el monto adecuado para el aumento de sueldo.

5. No te hagas la víctima

Hay muchos que exponen en sus cartas sus problemas económicos con el fin de que les tengan lástima y les aprueben la solicitud. Sea lo que sea que estés viviendo, no lo uses para manipular, ya que a la empresa no le incumben tus problemas personales, ni mucho menos es una fundación de caridad.

6. No uses las amenazas

Si nadie es indispensable en una relación de pareja, mucho menos será en un puesto de trabajo. No importa que tan bueno sea el trabajo que desempeñas, en un abrir y cerrar de ojos pueden encontrar un reemplazo, por lo tanto ni pienses en darle un ultimátum a tu jefe o las cosas terminarán mal.

7. Presenta un buen argumento

Si tienes una oferta de trabajo de otra empresa, podrías usarla como un argumento para que tu jefe te presente una contraoferta. Sin embargo, puede ser que no salga como lo pensabas, ya que si no aprueban tu solicitud tendrás que aceptar la otra oferta aunque no te convenza al 100%.

8. Negocia con tu jefe

Cuando redactes tu carta no sólo te enfoques en tus necesidades como empleado, es importante que también presentes soluciones y sugerencias a las problemáticas de la empresa. Hazte valer y demuestra que tienes la capacidad de asumir más responsabilidades.

9. Sé honesto

La escritura también puede reflejar nuestra intención y lo que somos, por lo tanto debes redactar cada línea de tu carta con mucha honestidad, y asegurarte de que los argumentos sean verdaderamente convincentes.

10. No menciones las cosas malas

Si lo que esperas de tu carta es obtener ese anhelado aumento, no escribas cosas negativas a modo de queja, esto definitivamente te pondrá en desventaja, pues, ¿te gustaría darle un premio a alguien después de que se queja de ti? Absolutamente, no.

Pedir un aumento de sueldo no es fácil, pero si de verdad lo mereces tu jefe buscará la manera de recompensarte.

Fuente: IMFBusinessSchool

Preguntas que debes saber en una entrevista

El diario español Expansión publicó una serie de preguntas que siempre se incluyen en una entrevista de trabajo, las cuales podrías preparar previamente para sentirse más cómodo en el momento de enfrentarse con el reclutador.

La clave es ser sincero, porque si se aprenden de memoria las respuestas y el reclutador reformula la pregunta, podría generar el efecto contrario. También es importante que, durante toda la entrevista, se demuestre que uno es el mejor candidato para el puesto.

1. Defínete a ti mismo en tres palabras.

Es importante que escojas bien las tres virtudes y seas original. Puedes explicar cada una pero no te extiendas más de un minuto en la respuesta.

2. ¿Por qué quieres trabajar para esta empresa?

Para responder acertadamente esta pregunta, conviene haber investigado un poco sobre la compañía y el puesto de trabajo al que aspiras, es una manera de demostrar interés. Evita hablar mal de tu empresa o jefe anterior.

3. ¿Cuáles eran tus funciones en tu último puesto de trabajo? 

Describe el puesto pero dale mayor importancia a los aspectos que estén relacionados con el cargo al que estás interesado.

4. ¿Por qué quieres dejar tu trabajo actual? 

Si estás desempleado la pregunta sería por qué te fuiste o por qué razón te despidieron. Siempre trata de parecer sincero, lo mejor sería que lo fueras. Una vez más, evita las críticas a otras empresas y las descalificaciones personales, dale mayor importancia a tus ambiciones e interés en seguir aprendiendo.

5. Describe una situación en la que hayas trabajado bajo presión y sorteado bien el problema. 

Trata de que sea una situación real y aplicable al puesto que quieres ingresar.

6. Háblame de una situación en la que no actuaste correctamente, y qué fue lo que aprendiste de ello.

Todos cometemos errores, no trates de ocultarlo poniendo como ejemplo un error insignificante, demuestra sinceridad.

7. ¿Crees que trabajas bien en equipo?

Como es lógico, todo el mundo responde afirmativamente a esta pregunta. Intenta ser original con el ejemplo.

8. ¿Dónde te ves dentro de cinco años? 

Intenta no aparentar ser una persona excesivamente ambiciosa. Céntrate en tus objetivos a corto plazo y que sean reales.
9. ¿Qué es para ti lo más importante en un puesto de trabajo?
Investiga un poco la forma de trabajar en la compañía y adapta tu mensaje.

10. Háblame de ti, ¿Qué aficiones tienes? 

Con esta pregunta, el entrevistador trata de hacerse una idea más fiel de tu personalidad. Trata de combinar aficiones individuales con otras que se disfrutan en equipo. Y si tienes alguna fuera de lo común, destácalo. Las empresas buscan personas creativas e inquietas, no buscan clones ni robots.

Pregunta trampa: Antes de finalizar la entrevista, seguramente le hagan la pregunta trampa: ¿Cuánto te gustaría ganar?

No intente esquivarla porque no es una buena señal para el reclutador. Deje en claro que no es su motivación para obtener el puesto, pero establezca una cifra que no sea excesiva y se adapte a los precios del mercado.

¿Cómo enfrentar una entrevista en inglés?

Para nadie es novedad que hablar inglés es un requisito fundamental para conseguir un buen empleo en el competitivo mundo laboral de hoy. Pero esto no es todo.


Quienes anhelan con ser contratados por grandes empresas y corporaciones, probablemente deban demostrar estos conocimientos a través de pruebas y entrevistas en el mismo proceso de selección. No bastará solo con ostentar en el currículum.

Si te llaman a concretar una entrevista en inglés, no pierdas la calma y sigue estos consejos:

Practica de antemano

No llegues al día de la cita sin haber practicado un poco y esperando que todo se resuelva. Por más confianza que sientas en tus habilidades en inglés, siempre es importante prepararse y obtener un poco de feedback.

Investiga la empresa

Otro gran error es acudir a la entrevista sin haber investigado a la empresa contratante de antemano. Entender los objetivos y la cultura de la organización es fundamental para que seas tenido en cuenta como un candidato serio.

Utiliza vocabulario sencillo pero amplio

No tienes por qué complicarte con entruncadas oraciones. Recuerda que el inglés es un idioma sumamente sencillo y pragmático. Apégate a esta simpleza y familiaridad, pero preocúpate por tener un vocabulario amplio.

No te enfoques en el acento, cuida la dicción

Hablar con fluidez sin que se note un mínimo acento es casi una utopía. Tus entrevistadores saben perfectamente que tu lengua materna es el español, y no se preocuparán para nada de tu acento. A lo que sí le debes prestar atención es a la dicción, es decir, a pronunciar bien las palabras y hablar lento y pausado para que se te entienda.

 

Fuente: Universia

Employer Branding: tu reputación como empleador

No existe una sola empresa que no aspire a la excelencia, es decir, a ser la mejor en su ramo (y si existe alguna, está destinada a desaparecer pronto… muy pronto). Asimismo, todo líder de una compañía sabe que para destacar en su mercado requiere atraer al mejor talento disponible y establecer una cultura laboral sólida.

¿Alguna vez te has preguntado si estás haciendo todo lo que está en tus manos por tener a los mejores profesionistas en su ramo? ¿Si tu empresa es un lugar donde los empleados más destacados ansíen estar y permanecer durante años?

Así como las empresas invierten en estrategias de marketing para promocionar sus productos y servicios, es importante que implementen una estrategia para convertirse en un lugar atractivo para trabajar. A esto se le conoce como Employer Branding.

La Employer Branding es, básicamente, la reputación que tiene una empresa como empleador. El término fue acuñado en Estados Unidos a principios de los noventa, y ha sido adoptado por la comunidad global para convertirse en un término básico del glosario de los Recursos Humanos.

¿Por qué es importante tener buena reputación?

Ser un lugar de trabajo atractivo para los trabajadores es mucho más que un capricho. Es, en gran medida, lo que permite atraer, reclutar y retener a los empleados más valiosos, lo que en última instancia permitirá alcanzar los objetivos de la empresa. Esta estrategia para presentarse como una empresa “deseable” debe ir dirigida no sólo a futuros colaboradores, sino también a los trabajadores actuales, a clientes y posibles inversionistas.

Para que una empresa pueda atraer el mejor talento no basta que ofrezca sueldos altos: debe esforzarse por construir una identidad sólida, confiable, distintiva y aspiracional. Estas son algunas claves para mejorar el Employer Branding de un negocio:

-Establece la misión, visión, objetivos y valores de tu empresa. Formula una estrategia para comunicarlos con claridad a todo tu personal.

-Encuentra qué es lo que distingue a tu empresa de las demás, cuál es el valor que ofrece a sus empleados actuales y potenciales.

-Pregúntate si tu empresa se preocupa por asegurar un balance de vida a sus empleados, así como posibilidades de crecimiento profesional.

-Define cuáles son las acciones de responsabilidad social que realiza tu compañía.

-Realiza mediciones constantes para medir el desempeño y la motivación de tus empleados. Establece indicadores clave de rendimiento (KPI) y haz un seguimiento con el fin de realizar mejoras continuas.

-Formula un plan integral para asegurar que la compañía esté contratando y reteniendo el mejor talento. El papel del área de recursos humanos es encontrar al mejor candidato posible para un puesto, y el del área de marketing y comunicación, posicionar la empresa como un lugar con una excelente cultura organizacional. 

 

Fuente: Entrepreneur

5 tips para lograr la calidad total dentro de tu empresa

Si te parece que los buenos momentos dentro de tu organización han pasado y percibes un ambiente de desmotivación en cada rincón, esto te puedo interesar. Considerando a la corriente administrativa de Total Quality Management podemos entender que la calidad se refiere simplemente a cumplir con los requerimientos y expectativas del cliente. Parece ser muy simple sin embargo, para llegar a esto será necesario que se cumplan una serie de factores internos y externos dentro de tu organización.

Con respecto al tema Marcelo Arumir, Operational Excellence Leader de Ricoh Mexicana, nos comenta:

“Para poder adquirir, crecer y retener clientes, es necesario conocer sus necesidades y la forma en que se van a atender, por lo mismo implementar un sistema de calidad exige a la organización revisar sus procesos para uniformar la operación y así tener indicadores de desempeño que permitan a la Alta Dirección tomar las decisiones adecuadas”.

Aquí te presentamos algunos consejos que te ayudaran a mejorar las condiciones actuales dentro de tu empresa y que te acercaran a la calidad total que tanto deseas.

1. Realiza encuestas de clima organizacional con tus empleados

Aunque es importante tener una retroalimentación constante con cada uno de los miembros del equipo, resultará fundamental la aplicación de una encuesta de clima organizacional, un diagnóstico de necesidad de capacitación u otra herramienta similar. Su carácter confidencial será clave para que los empleados profundicen en todas las áreas de oportunidad que existan para mejorar su actitud en tu empresa.

Siguiendo un antiguo proverbio chino: “Un hombre sin una sonrisa en la cara no debería abrir una tienda”.

2. Realiza encuestas de satisfacción

Ya lo hiciste internamente ahora hagámoslo con los clientes. Conocer sus opiniones te ayudará a tener una visión clara de los atributos que más influyen en sus preferencias. Recuerda incluir indicadores de recomendación y recompra y sobretodo cruzar la información con los resultados obtenidos de la encuesta de clima organizacional.

Como diría Bill Gates, fundador de Microsoft: “Tú cliente más insatisfecho es tu mejor fuente de aprendizaje”.

3. Concreta un adecuado diagnóstico con un consultor externo

Así como un médico no debe realizar una operación a un miembro de su familia tú no debes tomar medidas arbitrarias sin considerar a un especialista externo que te apoye en la tarea. La estrategia a seguir siempre será más rica con el soporte de alguien que no se haya contaminado con tanta información de la empresa.

Como diría el gran filósofo Nietzsche: “Hay quienes no pueden aflojar sus propias cadenas y sin embargo pueden liberar a sus amigos”. 

4. Capacítate y capacita a tu equipo

Al igual que en el avión es importante ponerte a ti mismo la máscara de oxígeno y después ponérsela a los demás. Todos los procesos de calidad empiezan con educación y terminan con educación ya que el aprendizaje es continuo. Es importante partir de las competencias generales como comunicación, liderazgo y trabajo en equipo sin olvidarnos de los temas especializados y exclusivos de nuestra empresa.

Buda, fundador del Budismo, nos dice: “Para enseñar a los demás, primero has de hacer tú algo muy duro: has de enderezarte a ti mismo”.

5. Establece un proceso de mejora continua

Es importante establecer un esquema de reciprocidad en donde tanto los directivos como el resto del personal cumplan con los compromisos establecidos. Olvida las imposiciones totalitarias y obsesivas más bien piensa en adecuaciones incluyentes tomando en cuenta a todos los involucrados. En este proceso se deben dividir las tareas y compromisos con una comunicación eficiente y una clara disposición de cambio. Deberás hacer revisiones periódicas para cerciorarte de que los cambios den resultado o en su caso redireccionar los esfuerzos.

En conclusión la calidad no debe resumirse cómo la manera de mejorar la productividad sino como un mecanismo que permita mejorar las actitudes y comportamientos de todo el talento humano que tienes alrededor.

Citando nuevamente a Marcelo Arumir, Operational Excellence Leader de Ricoh Mexicana: “La calidad es “planear”, “ejecutar”, “revisar” y “mejorar”, algo que cada uno de nosotros hacemos día a día en actividades cotidianas”.

Si quieres que trascienda tu sueño empresarial no llores por lo que sale mal, más bien sonríe por esa nueva inspiración que nace cada día en ti.

Fuente: Entrepreneur

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