7 estrategias para tratar con clientes malhumorados

El objetivo del freelancer, empresario o proveedor de servicios se puede resumir en este básico algoritmo: consigue un cliente, obtén un trabajo temporal, trabaja rápido , obtén tu paga, comienza de nuevo.

Para alcanzar ese objetivo no debes hacer enojar a tu cliente. Pero hay un problema. Algunos clientes siempre podrán  encontrarle el pelo en la sopa. No importa si eres el mejor freelance o sí tienes más de una década de experiencia. Puedes alcanzar tus metas con la destreza de Albert Einstein y la creatividad de Leonardo Da Vinci, ofreciendo servicios impecables y sin embargo, puede haber uno o dos clientes que simplemente nunca podrás complacer.

No es para preocuparse. La ciencia nos asegura que estos siete métodos pueden ayudar a calmar la rabia de tus clientes y también tus niveles de frustración.

1. Calmar al diablo interno

Supongamos que un cliente enojado te llama y empieza a gritar acerca de lo insatisfecho que está con tu servicio. La mayoría de la gente reacciona de manera automática y grita de regreso. No lo hagas. No digas ni una palabra y no lo interrumpas. Deja que tu cliente se desahogue.

Las investigaciones muestran que la habilidad para pensar de forma critica y tomar decisiones inteligentes se desploma cuando permites que la ira controle tus acciones.

Estas conversaciones se convierten en un concurso de gritos interminables que dejan a ambos con un mal sabor de boca y la situación irreconciliable. Estas interacciones también descartan cualquier posibilidad de trabajar juntos en un futuro.

2. Escuchar

Ahora que estás tranquilo, haz un intento consciente de escuchar a tu cliente mientras ella o él enumera todo lo que no le gustó. Está comprobado que de esta forma puedes influir en tus clientes y complacerlos. Más allá de mantener la calma y dar a alguien tu plena atención, requiere de tu resistencia, paciencia y concentración. Incluso los negociadores de rehenes del FBI lo hacen para disminuir los incidentes y salvar vidas.

Escribir notas mientras escuchas podría ayudarte. Esto te asegura que no olvidarás los detalles importantes para pensar en posibles soluciones. Los freelancers que manejan el arte de escuchar, por lo general tienen un año de trabajo más solido.

3. Hacer preguntas

En lugar de ponerte a la defensiva y tratar de alejar tu culpa, haz preguntas abiertas como: ¿qué te gustaría que hiciera? o ¿cómo te gustaría que remediara esta  situación?, sería un buen comienzo. Esto relajará a tu cliente y creará la fuerte impresión de que estás de su lado.

Una vez que aprendes la manera en que tu cliente quiere que los errores se corrijan, lograrás equilibrar tus gastos. Dale las gracias por la retroalimentación y discúlpate por los contratiempos.

4. Intenta ser gracioso pero con cuidado

El humor puede reducir la tensión en situaciones de alta presión, según la American Psychological Association,. Los profesionales creen que esto puede ayudar a restaurar una perspectiva más equilibrada. Piensa en tu cliente como una forma de vida unicelular, trata de imaginar cómo sería. Imagina una ameba sentada en un escritorio y hablando por teléfono. Hacer esto podría ayudar con tu enojo y te conduce a una resolución mutuamente agradable.

Todos hemos escuchado alguna vez que la risa es la mejor medicina. Alivia el estrés, eleva el estado de ánimo, mejora la creatividad y te hace más resistente. Sólo ten cuidado de no ser sarcástico con tus clientes porque se podría sentir agredido e interpretarlo como una actitud de evasión.

5. No te lo tomes personal

Date cuenta de que tu cliente no está tratando de asesinarte. El enojo que está sintiendo tiene poco que ver contigo a nivel personal, así que no te adjudiques los problemas. Tu cliente está en desacuerdo por los servicios que tú o tu personal realizó. Pero, ¿el problema es necesariamente contigo? No.

De hecho hay veces que el enojo de otra persona no tiene que ver contigo en absoluto. Reconocer esta verdad puede tener una gran influencia en tus habilidades para afrontar una situación.

6. Saber cuándo desengancharse

De acuerdo con el profesor e investigador de ira Ryan Martin, “en cualquier situación con una persona excesivamente enojada, llega el momento en que debes huir”. Como presidente del Departamento de Psicología de la Universidad de Wisconsin Green Bay, estudia muchas facetas de la experiencia de la ira. Esto incluye sus consecuencias y la manera en que la gente la expresa en internet.

Existen motivos por los cuales el desengancharse podría ser el movimiento más inteligente. Primero, debes permanecer seguro y protegerte. En segundo lugar, la probabilidad de obtener un resultado positivo es mínimo en comparación con la situación.

Tu cliente puede estar tan enojado que una conversación sana y razonable simplemente no es posible en ese momento. Si ese es el caso, lo mejor es sugerirle, “podemos hablar de esto más tarde, cuando ambos estemos más tranquilos”. Después de eso, esfúmate.

7. Deja que tu cliente tenga la última palabra

Esto no termina hasta que la conversación concluye. Da una buena impresión de ti dejando que tu cliente tenga la última palabra. Si es necesario ofrecer un comentario final, ten cuidado de no estar a la defensiva. Es probable que con tus últimas palabras dejes ver quien tiene la razón.

El psicólogo clínico Albert J. Bernstein dice que esta es una buena manera de regresar al cliente al “modo de ataque” y arruinar el progreso que hayas hecho. En su libro, “Dinosaur Brains: Dealing With ALL THOSE Impossible People at Work”, se explica el comportamiento del cerebro detrás de las confrontaciones y se sugieren formas productivas de manejar discusiones difíciles en el trabajo.

5 atributos de la gente súper exitosa

Durante mis de 25 años como periodista, ejecutivo de comunicaciones corporativas y empresario, he tenido la oportunidad de trabajar e interactuar directamente con algunas de las personas más exitosas del mundo.

Sin importar si era un líder de negocios multimillonario, un atleta famoso o el ex presidente de los Estados Unidos; todos comparten estos 5 cinco atributos.

1. Tienen asesores capaces de resolver problemas

Una de las mejores lecciones que nos da la vida, es que en equipo se toman mejores decisiones que de manera individual. Cada persona exitosa con la que he trabajado tiene un equipo de asesores capaces de proporcionar experiencia, consejos, conocimiento, e ideas para ayudar a tomar las mejores decisiones posibles.

Tal vez lo más importante es que estos asesores están dispuestos a decirle al “jefe alfa” cuándo y por qué el líder está equivocado. Resistirse al trabajo en equipo juega un papel crítico en el avance individual y continuo de los guías.

2. Tienen una resistencia increíble

Cada uno de estos líderes tienen otro nivel de resistencia física, mental y emocional. Me sorprendí muchas veces por su capacidad para seguir avanzando y lograr lo que otras personas no están dispuestas a hacer.

Mientras que, intencionalmente, toman tiempo para descansar y recargarse, en teoría parece que cuando están cuesta abajo prefieren tomar esa energía para no perder el impulso. Algo así como los refuerzos del ejército.

No me explico cómo durante años mantienen ese nivel de resistencia, en lugar de pensar que es un sacrificio. Todos tienen un equipo y es “proactivo”.

3. Tienen curiosidad intelectual

Si bien, siempre hay excepciones a la regla, las personas más exitosas estudian de por vida. Muestran de manera intrínseca un impulso para entender las cosas, las circunstancias y a las personas que los rodean.

A veces, su curiosidad ni siquiera beneficia directamente a su proyecto, su iniciativa o negocio. Es como si tuvieran dentro un enorme letrero parpadeando en color neón que dice: “¿Qué pasa si…” y “¿Por qué no…?”

4. Tienen modales

Todos hemos visto o conocido gente exitosa que está lejos de comportarse como un idiota. En la mayoría de los casos, no son exitosos a causa de su comportamiento gracioso (a menos que esa sea su intención).

La realidad es que tanto los socios, los asociados, los vendedores, los inversores como los clientes, prefieren comprometerse con personas amables y educadas que con un bufón.

Los modales son importantes, incluso cuando alcanzaste el éxito.

5. Tienen una perspectiva positiva

Por último, las personas más exitosas que conozco son muy optimistas acerca del futuro, piensan que el mañana siempre será mejor que hoy. Creo que su enfoque es impulsado, en gran parte, por la manera en que internamente se concentran en el control que les hace creer que tienen el poder, la habilidad, el talento y los recursos para dar forma a ese futuro.

Incluso si no pueden cambiar el mundo, están totalmente convencidos de que pueden hacerlo con su respectiva parte.

Aunque hay una lista interminable de atributos que pertenecen a las personas exitosas, estos fueron los cinco rasgos que tienen la docena de personas con éxito que he conocido en común.

Si estos atributos no son el camino directo para el éxito, ciertamente, están correlacionados con lo mejor de él.

3 cosas que influyen en tu productividad

En qué trabajas, qué tan eficiente eres y qué harás mañana, todo depende de qué tan consciente estás de estos aspectos. Y es importante dar un paso hacia atrás y evaluar estos tres factores que contribuyen a tu productividad, o la obstaculizan, y hacer los cambios pertinentes. Toma nota:

1. ¿Cuáles son tus rutinas? ¿Te están sirviendo?
La homeostasis es un término científico que describe la situación “normal del sistema”, o un estado de equilibrio. Tu homeostasis son las cosas que haces y en qué orden las haces cada día, y que ahora se han convertido en tu forma normal de trabajar.

¿Qué herramientas y dispositivos siempre tienes contigo? ¿Qué aplicaciones y programas siempre están abiertos en tu computadora? ¿A qué hora del día envías más emails? ¿A dónde te vas cuando tienes que pensar profundamente acerca de tu producto, servicio, clientes o metas?

Sabes que has ‘normalizado’ tu flujo de trabajo si, cuando haces algo de manera distinta, o incluso si decides no hacerlo, sientes que algo falta o está mal. Obviamente, tu productividad se ve afectada si no tienes conexión a internet, si tu cafetería favorita está cerrada o no sirve la máquina de café, o si se muere la batería de tu celular y no puedes trabajar normalmente.

Acción: Durante la próxima semana, identifica a detalle los hábitos y rutinas que tienes. Conforme trabajas, pregúntate si hay una mejor manera de hacerlo. La forma más rápida de lograrlo que conozco es observando el trabajo de alguien más, ya que te servirá para ver tu flujo laboral con una mirada fresca.

2. ¿Dónde trabajas?
El lugar en el que trabajas cambia lo que haces, qué tan efectivamente lo haces y qué tan bien se hace. Las cosas que te rodean y la atmósfera en la que te encuentras afectan la forma en la que usas tu tiempo. ¿Quieres ser más productivo? Mejora tu contexto de trabajo.

Considera las siguientes preguntas: ¿Pasas mucho tiempo buscando cosas que necesitas para hacer tu trabajo? ¿Te sientes cómodo usando las herramientas y dispositivos que utilizas? ¿Los dispositivos funcionan como deberían funcionar? ¿Las personas utilizan otras herramientas que tú podrías probar para trabajar más eficientemente? ¿Te sientes inspirado por tus alrededores?

El propósito de hacerte estas preguntas es para ayudarte a pensar en cómo el contexto te influye de manera positiva o negativa. Cuando quieras hacer algo importante, cambia tu contexto.

Acción: Durante la próxima semana, identifica el contexto en el que mejor trabajas. Experimenta haciendo diferentes tipos de trabajos (pensar, planear, responder, crear, etcétera) en contextos que creas apoyen el trabajo que necesitas realizar en ese momento.

3. ¿Con quién pasas la mayor parte de tu tiempo?
Las personas con las que pasas más tiempo influyen en tu productividad. Toma riesgos, intenta conocer personas nuevas y construye tu red de conexiones. No sólo estoy hablando de las redes sociales; sino de las conversaciones cara a cara que tienes con las personas a quienes llamas amigos. La gente que nos rodea influye en nuestra mentalidad y comportamiento. Si pasas tiempo con personas que quieren lograr más y que apoyan tus metas y potencial, esto se verá reflejado en tu propia vida y logros.

Acción: Haz una lista de las cinco personas con las que pasaste más tiempo durante la semana pasada. Después, evalúa del uno al cinco (uno, el más; cinco, el menos) en términos de qué tanto apoyan tu productividad. De ser posible, pasa menos tiempo con aquellos que recibieron la peor evaluación.

Tómate 15 minutos para agendar estas acciones. Experimenta con una o dos de ellas por cinco días y observa cómo te influyen de una manera más positiva.

5 malos hábitos que debes cambiar para ser más productivo

¿Sabías que tener recompensas y dejar de hacer cosas te ayuda a ser productivo en tu vida diaria? Aquí te decimos qué estás haciendo mal y cómo cambiarlo.

Hoy en día, la productividad es muy importante para el ritmo del mundo. La mayoría de las personas tratan de incluirla a su rutina para hacer más cosas, pero lograr ese enfoque toma tiempo antes de ver resultados.

Muchas veces, lo único que necesitas para triplicar tu productividad es dejar de hacer algunas cosas; de esta manera verás y sentirás una enorme diferencia. Dejar de hacer actividades que te quitan el tiempo, te dará el espacio que necesitas para las cosas que realmente importan. Puede parecer contradictorio, pero primero debes detenerte para después comenzar a integrar nuevos sistemas en tu vida.

Si buscas por donde comenzar, considera la manera en que gastas tu tiempo y concéntrate en eliminar estos cinco hábitos. Utiliza estos trucos para ayudarte a ser responsable de manera constante.

 

1. Programar cada segundo de tu día (sin tiempo libre)

Puede caerte de sorpresa, pero si deseas comenzar a mejorar tu productividad, debes dejar de programar cada segundo del día. La gente disfruta el proceso de establecer y concluir actividades en su calendario. Pero si programas demasiadas cosas, terminarás odiando tus días de trabajo.

Esto se convertirá en un desastre y no lograrás terminar tanto como habías planeado. Incluso si surge una emergencia o ya no tienes la energía para hacerlo, perderás todo el día.

¿La solución? Opta por un método más sencillo como escoger sólo seis tareas importantes que quieras terminar antes de ir a dormir. Al despertar, crea un esquema simple para aquellas cosas que quieres lograr, pero no seas demasiado rígido.

Mantente enfocado en las tareas más importantes y no olvides desayunar por la mañana. Escucha lo que tu cuerpo te está diciendo.

2. Intentar tener éxito en múltiples cosas a la vez

Todos queremos tener éxito en muchos aspectos de la vida: construir negocios para múltiples mercados, ser un atleta, viajar por el mundo y así sucesivamente. Es aquí donde la mayoría de las personas tiende a perderse.

Si quieres hacer muchas cosas al mismo tiempo, te estás programando para quedar corto en más de una actividad. O bien, si tienes éxito, la ley de distribución te traerá un poco de felicidad que no se compara a la satisfacción de los grandes triunfos.

Cuando obtengas éxito, reduce el tiempo que hayas dedicado y redirige esas horas o minutos a otras tareas. Es mejor identificar aquello que te ayudará a alcanzar otras metas y enfocar toda tu energía en ese catalizador para lograr el cambio.

¿La mejor parte? Puedes aprovechar el éxito inicial para el futuro. Por ejemplo, si construyes ese negocio en el que has estado pensando y obtienes un beneficio consistente, puedes utilizar el éxito y capital obtenido para alimentar otras iniciativas, alcanzando el éxito dos veces más rápido que en la primera empresa. También puedes usar tus ingresos netos para viajar por el mundo sin preocuparte por el dinero o la necesidad de cuidar tu negocio.

3. Apuntar hacia la perfección

¿Conoces ese sentimiento que te fastidia cuando intentas lanzar un proyecto nuevo? ¿Esa sensación de trabajar en un nuevo sitio web y encontrar pequeños detalles que no son perfectos?

Si eres como yo, que está dispuesto a pasar horas o incluso días buscando la idea perfecta. Con el tiempo he notado un efecto de bola de nieve: Cuando empiezo a arreglar una cosa, encuentro muchas más que también necesitan ser perfectas. Mucho tiempo después, sin energía para realizar el trabajo, esto se convierte en un loop interminable. Y eso puede retrasarte de manera indefinida.

La realidad es que nadie notará tus defectos de la manera en que tú lo haces. Además, si fallas, aprenderás algo. En lugar de eso, ten claro el objetivo de conseguir que tu proyecto este al 90 por ciento y lánzalo. Puedes hacer ajustes a medida que avances.

4. Saltarte los descansos para hacer más cosas

¿Cuándo trabajas más, logras más, cierto? (Pregunta con truco: 100 por ciento equivocada.)

Todo aquello que logres, es equivalente al tiempo que le dediques, menos el ritmo de trabajo. Tal como Cal Newport demuestra en su libro “Deep Work: Rules for Focused Success in a Distracted World”.

De modo que si pasas 10 horas haciendo cosas a un ritmo de 2, obtendrás el mismo resultado que si pasas 2 horas a un ritmo de 10. En una cuarta parte del tiempo, lograras hacer lo mismo. La clave para lograr más cosas es aumentar la intensidad del ritmo. Es un concepto maravilloso.

Para crear este hábito, puedes seguir la técnica de Pomodoro. Trabajar sin interrupción una sola tarea durante 25 minutos y después tomar un descanso de cinco. Tras cuatro ciclos, puedes tomar un descanso más largo. Este es uno de los tres pasos que me ayudaron a construir mi negocio mientras estudiaba odontología.

5. No recompensarte

¿De qué manera el recompensarte aumenta la productividad? Recibir una recompensa te inspira a mantener el ritmo. Si deseas lograr más cosas, necesitas más recompensas.

Cuando hayas trabajado sin parar durante dos horas, recompénsate con algo sencillo como un chocolate. Incluso, puedes programar tiempo libre en tu calendario para disfrutar de estas recompensas. Una ráfaga más larga de trabajo puede tener como recompensa poder pasar el tiempo viendo una película nueva.

Puede parecer mentira, pero confía en mí cuando te digo que es muy importante tomar tiempo para estos momentos. Si no lo haces, te fastidiarás rápidamente. Programar “premios” no sólo impide llegar a ese punto crítico, sino que también te ayuda a concentrarte en la tarea que estas realizando. Ahora eres consiente del tiempo que asignaste para hacer el trabajo, y además, sabes que pronto tendrás una recompensa bien merecida. Disfrútala.

Fuente: Here 

50 señales de que eres un emprendedor

Descubre si cuentas con las características necesarias para ser el dueño de un negocio y triunfar con este estilo de vida.

Los emprendedores son un grupo único de gente. No sólo piensan diferente, actúan diferente. Debido a su personalidad, hábitos y modos de pensar, llegan a tener ideas que están en una delgada línea entre la locura y la genialidad. Pero no sólo porque seas un pensador original y se te ocurran ideas para reemplazar la gasolina en los autos, quiere decir que tengas lo necesario para ser un emprendedor.

Si alguna vez te has preguntado si eres un emprendedor, revisa la lista siguiente. Puede que no tengas todas las características o habilidades, pero si tienes algunas, este es un buen indicador de que posees lo necesario:

1. Vienes de una familia de gente independiente que simplemente nunca podrían ser empleados de alguien más. Tus padres trabajaron para ellos mismos. Aunque esto no sea cierto para todo emprendedor (incluido yo) muchos tienen una historia familiar donde uno o ambos padres laboraron por su propia cuenta.
2. Odias el estatus quo. Eres una persona que siempre se está cuestionando por qué la gente hace las cosas que hace. Te esfuerzas para mejorar todo y estás dispuesto a tomar cartas en el asunto.
3. Estás seguro de ti mismo. ¿Alguna vez has conocido a un emprendedor que sea pesimista o tenga bajo autoestima? Después de todo, si no tienes confianza, ¿cómo pueden creer los otros en ti? La mayoría de los emprendedores son muy optimistas respecto a todo lo que los rodea.
4. Eres apasionado. Habrá momentos cuando pases demasiado tiempo en el trabajo y no ganes ni un centavo. Tu pasión es la que te va a impulsar a que sigas adelante.
5. No tomas un “no” como respuesta. Un emprendedor nunca se da por vencido.
6. Tienes la habilidad de crear sociedades únicas de la nada porque tienes la habilidad de conectar los puntos. La gente tiende a ir hacia ti porque eres agradable. Muchas veces esto es debido a tu pasión.
7. Pasas más tiempo con tu cofundador que con tu pareja.
8. Dejaste la universidad como Bill Gates, Steve Jobs y Mark Zuckerberg.
9. El tramo diario a tu oficina es de tu habitación a la sala.
10. Siempre fuiste un empleado mediocre y probablemente te despidieron bastantes veces. No te preocupes, no estás solo. Personalmente he sido despedido varias veces en mi vida. No lo tomes como señal de que eres una mala persona. A veces está en tu ADN.
11. Siempre has retado a la autoridad, por eso tuviste problemas para mantener un trabajo.
12. Crees que hay más de una definición de seguridad laboral: te das cuenta que tu trabajo es seguro mientras tengas el control, no si dependes de un jefe que podría arruinar tu carrera después de un pequeño error.
13. La mayoría de tu ropa son camisetas, y algunas despliegan el logo de tu compañía o el nombre.
14. Tienes una naturaleza competitiva y estás dispuesto a perder. Sabes que puedes hacer las cosas mejor.
15. Revisas sitios de negocios cuando te despiertas.
16. Pides que te paguen en boletos para juegos, conciertos, zapatos o lo que sea que ames. Hay algunas cosas que son mejores que el dinero, ¿o no?
17. Tu idea de unas vacaciones es trabajar de día sin que nadie interfiera con las tareas que necesitas tener hechas.
18. No es posible emplearte y no hay nada de malo con eso. Las experiencias de la vida son más importantes que las políticas de una oficina comúnmente encontradas en trabajos temporales.
19. Trabajas más de 60 horas a la semana, pero has ganado más dinero en un trabajo que pagan por hora cuando estabas en la secundaria.
20. Quieres estar en control y al mando de tu propia empresa. Normalmente te gusta supervisar lo que pasa en tu empresa.
21. Ves oportunidades donde sea. Por ejemplo, entras a un edificio y tienes curiosidad sobre su precio o las empresas dentro de éste.
22. La palabra “pitch” no tiene una asociación con el béisbol.
23. Tomas un test de personalidad y terminas con un resultado que dice que eres un “tipo de reformador”, útil, controlado y perfeccionista.
24. Reconoces que los mejores asientos en tu cafetería favorita son aquellos cercanos a las tomas de corriente.
25. Eres un pensador lógico con ideas sobre cómo corregir los problemas y la situación en general.

26. Hablando de la resolución de problemas, ¿has revisado si hay una aplicación para eso? Tal haz has comenzado a crear un modelo de negocio y la arquitectura del software para ver si es factible.
27. Eres una persona que le gusta la gente. No tienes ningún problema al comunicarte.
28. Normalmente citas a Steve Jobs para evitar que te sientas destruido.
29. Vendiste cosas cuando eras niño como en un puesto de limonada. Cuando había ventas en la clase, tal vez eras uno de los mejores vendedores.
30. Recibes más alertas de las personas que te siguen en Twitter que de tus amigos en tu libreta de direcciones.
31. Te gusta iniciar todo, es decir, no te rindes en un proyecto hasta que se complete.
32. No importa lo que hagas diariamente, siempre piensas en términos de retorno de inversión.
33. Tu código de vestimenta es casual y tu traje sólo está acumulando polvo. Prefieres usar camisetas y jeans todos los días.
34. No eres muy realista. Como inventor e innovador, tienes que ser de esta manera.
35. Piensas fuera de la caja, si no, ¿cuál sería el cambio?
36. Eres una persona encantadora y carismática.
37. Las reglas no aplican a ti. No hablamos de que rompas la ley, en lugar de esto crees en la eficiencia y haces una excepción para que las cosas funcionen bien.
38. Te das cuenta de que no puedes hacerlo todo solo. Tienes una idea y puedes promoverla, pero también sabes que no eres muy habilidoso en cada cosa al tener un negocio.
39. Eres dogmático, es otra de las razones por las que te despiden mucho.
40. Eres impredecible. Como emprendedor sabes lo rápido que las cosas pueden cambiar. Lo bueno es que estás preparado y dispuesto a hacer ajustes.
41. Disfrutas estar en un grupo, no te convence estar solo. Probablemente tienes más energía cuando trabajas con grupos o más de cuatro personas.
42. Eres determinado, haces lo imposible posible.
43. Tienes el apoyo de tus amigos y familia. Estas son las personas que te entienden. Y estarán ahí para apoyarte todo el camino.
44. Es normal que tomes siestas debajo de tu escritorio para reponer el sueño que has perdido. Después de todo, tener ocho horas de sueño entre las 10 p.m. y las 6 a.m. es anticuado.
45. Has hecho tu estudio de mercado. Sabes que no sólo porque tengas un idea increíble quiera decir que es rentable. Pero ya has investigado si los clientes te comprarán algo.
46. Te rodeas de personas de calidad, no de aquellas que hablarán mal de ti.
47. Estás presente. Tener la habilidad de crear algo de la nada define a un tipo de persona loca-genio. Recuerda, la gente creyó que Einstein estaba loco antes de que probara la teoría de la relatividad.
48. ¿Alguna vez les pides a tu familia, amigos o a esa persona especial que te manden invitaciones para que puedas platicar por cinco minutos?
49. Crees que tu tiempo vale más que el dinero.
50. En la despotricada más reciente sobre el crecimiento del hacking, tu pareja entendió totalmente de qué estabas hablando.

Aunque no tengas ahora mismo todas estas características, probablemente desarrollarás más con el tiempo. Después de todo, ser un emprendedor es un estilo de vida, no un trabajo o hobby.

Fuente: Here

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