Los Gobiernos de América Latina y el Caribe deben desarrollar estrategias con el sector privado para aprovechar al máximo la tecnología en el ámbito laboral y al mismo tiempo mitigar los riesgos de su expansión, advirtieron ayer cuatro organismos regionales de desarrollo. El Banco Interamericano de Desarrollo (BID) indicó que la cantidad de robots por cada 100 trabajadores industriales en América Latina es menor que en otras regiones, pero apuntó que los trabajadores latinoamericanos dedican la mitad de su tiempo a labores que pueden ser automatizadas.
A su vez advirtió que dos tercios de las ocupaciones actuales en Argentina y Uruguay corren el riesgo de ser reemplazadas por tecnologías que ya existen.
La Cuarta Revolución Industrial podría incrementar la inequidad y la actividad informal y provocar la desaparición de empleos.
Pero también podría generar crecimiento económico si logra una mayor productividad, eficiencia y una reducción en los costos operativos.
El BID dijo que si bien la llegada de las nuevas tecnologías en América Latina ha sido lenta e irregular, ha permitido también mayor flexibilidad y movilidad a numerosos trabajadores que necesitan adquirir un nuevo tipo de destrezas.
La jefa de la división para mercados laborales del BID Carmen Pagés dijo que los países necesitan brindar entrenamiento en destrezas digitales y cognitivas “para que sus trabajadores puedan afrontar satisfactoriamente los retos que le presentan las nuevas tecnologías”.