Aprende a entender y superar un despido

Ser despedido es sinónimo de fracaso para muchos; no obstante, para este experto en empresas se trata de una percepción equívoca. Aprende a entender el despido y, sólo así, superarlo.

Desde una temprana edad a los niños se les enseña a triunfar; has de estudiar para conseguir el mejor trabajo; tienes que entrenar para ganar la carrera; ganar, triunfar y conseguir lo mejor, una filosofía inculcada incluso en las mentes más jóvenes. No obstante, ¿alguien les enseña a fracasar? ¿No deberían aprender a apuntar a lo más alto, y a levantarse si se caen? De nada sirve saber cómo alcanzar una meta si nos frena el miedo a fallar

En esta línea se postula Adam Grant, un reconocido profesor en la escuela de negocios Wharton, una de las mentes más influyentes en el mundo empresarial, y autor bestseller del libro sobre el éxito ‘Give and Take’.

El mismo explicó en un artículo publicado en LinkedIn las claves para aceptar y entender un despido y, consecuentemente, superar el fracaso.

Apunta que ante un despido la gran mayoría reaccionan de manera similar, empezando por culpar al mundo de su desgracia. Ya sea el jefe cabrón, el superior envidioso o el compañero competitivo, alguno es el responsable. A continuación comienza la crítica hacia uno mismo: no sirvo para nada, soy un fracasado y no le caigo bien a nadie, ¡bam!.

Estas reacciones típicas sólo nos debilitan. Si culpas al resto nunca aprenderás de tus errores y por lo tanto, nunca avanzarás. En cambio, si escoges machacarte a ti mismo acabarás con tu confianza y de nuevo te frenará un pavor incontrolable a volver a hacerlo mal.

Grant dio con la mejor manera de superar el despido mientras trabajaba junto a la jefa de operaciones de Facebook, Sheryl Sandberg, para publicar su libro Option B. Conversando, ambos llegaron a la conclusión de que un consejo dado por una psicóloga respecto a las relaciones amorosas era totalmente aplicable a la vida laboral. Contrario a lo que muchos piensan, en una relación no sólo hay dos personas: “estás tú, la otra persona, y la propia relación“, explicó Sandberg.

Lo mismo sucede en un empleo. Grant lo ejemplifica con una metáfora: “Cuando alguien fracasa, no es porque haya una manzana pudriéndose en el barreño. Es porque el barreño es una mala relación“.

Se trata de un enfoque puramente lógico. Si alguien achaca las críticas recibidas a su relación en el trabajo dedicarán sus esfuerzos a mejorarla, a currarse esa relación.

Así, a veces conviene aceptar que esa relación no es la que necesitas; si trabajas en una tienda de videojuegos y odias los videojuegos lo más probable es que no hagas un buen trabajo, no porque seas un fracasado sino porque la relación no funciona.

De ninguna manera esto debe servir para excusarse y no hacer frente a nuestros errores y defectos, pero si ayuda entender que la mayoría de las veces el problema no son los individuos sino la relación en si.

Fuente: Ticbeat

 

8 cosas que debes revisar antes de enviar un CV

¿Estás buscando trabajo? Te mostramos las 8 cosas que debes revisar antes de enviar un CV a una empresa. Y es que los pequeños errores pueden costarte el empleo.

Ya te hemos hablado en alguna ocasión de los errores más frecuentes en un currículum o de lo que debes eliminar del mismo inmediatamente.

Sin embargo, y a pesar de que te hayas pasado horas preparándolo para impresionar a los reclutadores, es muy probable que se te haya escapado algo.

Así que antes de pasar tu CV a PDF, lo mejor que puedes hacer es revisar esta lista de cosas.

¿Quieres saber cuáles son?

1. Ortografía

No importa las veces que hayas revisado tu CV. Antes de darle a “Guardar”, te recomendamos revisar cualquier falta ortográfica que pueda haber.

Word puede mostrarte algunos errores, pero la sintaxis de una frase nunca te la corregirá. Por eso te recomendamos mandar tu currículum a un amigo para que lo revise. Y es que cuatro ojos siempre ven más que dos.

2. Tiempos verbales

Como norma general, si comienzas a escribir tu CV en presente, usa el presente en todo el texto, y si es en pasado, usa el pasado en todo el texto. No intercales tiempos verbales.

3. Focaliza

Una de las claves para que tu CV triunfe es la claridad. De esta forma, tienes que dejar claro el puesto que desempeñaste en el pasado y focalizar tu experiencia en ese tema. Por ejemplo, si quieres aplicar para un puesto de Community Manager, destaca cualquier experiencia que tengas en ese ámbito.

4. Fuente

Los expertos recomiendan utilizar una de estas tres fuentes: Helvetica, Times New Roman y Lato. Salirte de la norma puede resultar peligroso y, por supuesto, utiliza siempre la misma (no cambies a lo largo del texto).

5. Evita lenguaje pedante

Si no quieres aburrir al reclutador, te recomendamos que evites utilizar lenguaje pedante en tu CV.

6. PDF

Has pasado horas redactando tu CV…y todo puede quedarse en la ruina por no pasarlo a PDF. Si no quieres que el formato de tu texto cambie, asegúrate de que lo conviertes antes de enviarlo.

7. Número

Ya lo hemos comentado en alguna ocasión: siempre que sea posible, intenta demostrar tu valía con números. Ejemplo: “Aumentamos el tráfico de la página un X%”.

8. Título

Tienes que nombrar el archivo de forma concreta. Evita el clásico: CV.pdf o JoseCV.pdf. La mejor forma de titularlo es: nombre completo, mes y año. Ejemplo: JoseMartinezJimenez-mayo2017.pdf.

 

Fuente: Ticbet

Cómo lidiar con ese compañero que no sabe trabajar en equipo

En una entrevista de trabajo nos pueden hacer preguntas surrealistas, preguntas para descubrir nuestro perfil profesional o incluso para saber qué nos motiva y apasiona. Pero hay una aspecto que suele salir a relucir casi siempre, ya sea porque nos cuestionen por ello o porque nosotros mismos hagamos referencias explícita: la capacidad para trabajar en equipo.

Pese a que es un aspecto que se da por sentado, y que incluso los reclutadores está cansados de ver en los curriculums y cartas de presentación, el ser capaz de trabajar con otros sigue siendo un elemento que sale a relucir en los procesos de selección.

Y que (curiosamente) todo el mundo parece dominar; hasta que llega la hora de sacar un proyecto adelante en equipo y se descubre que siempre hay alguien que no está a gusto trabajando de esta manera.

Ya sea por individualismo, por desmotivación o incluso porque no lo haya hecho antes, lo cierto es que es bastante habitual que en los equipos uno de sus miembros tienda a desmarcarse y haya que tirar de él para que no ralentice el trabajo de los demás, con el gasto de tiempo y recursos que ello supone

Los expertos coinciden en señalar que la presencia de estos profesionales es un handicap que puede atrasar el proyecto, desmotivar al resto y, en el peor de los casos, hacer que fracase.

Por eso no es una cuestión baladí. Si lideras un equipo y no puedes prescindir de ese compañero que no sabe (o no quiere) colaborar como el resto, toma nota de estos consejos:

No saques conclusiones precipitadas

El ser humano tiende a sacar sus propias conclusiones ante los hechos, el problema es que a menudo las toma por ciertas sin pararse a comprobar que sea así. Si en nuestro equipo tenemos un compañero que no acude puntual a las reuniones o que no propone ideas, lo fácil es creer que le falta profesionalidad o que es un vago.

Los expertos en liderazgo aconsejan que, antes de caer en prejuicios erróneos, pensemos en los motivos que le pueden llevar a comportarse de esa manera. Puede ser que tenga problema en casa, económicos o personales, que le tengan distraído de sus responsabilidades o tenga otro tipo de presiones.

Dialoga

Pero no te quedes con la duda. Lo mejor que se puede hacer en estos casos, como en cualquier situación donde hay conflicto, es hablarlo con el compañero que no colabora con el equipo. No se trata de preguntarle directamente qué le pasa, porque puede ser algo íntimo o personal que no quiera compartir, pero dale la oportunidad de explicar por qué se comporta de esa manera.

Una charla con un café puede dejar entrever rasgos de personalidad que de otro modo no saldrían. Así puedes deducir qué está yendo mal para que ese compañero no ejerza su rol en el grupo como se espera de él.

Revisa la misión de grupo

A veces puede ocurrir que el problema no sea sólo de ese compañero que no sabe trabajar en equipo, sino de todo el grupo. Cuando la misión no está clara o esta se desvía del camino marcado inicialmente, puede haber confusión y los roles se desestabilizan.

De nuevo lo mejor es hablar pero esta vez con todo el equipo. Revisad qué se ha hecho hasta el momento y qué no, si creen que debería cambiarse alguna metodología y si creen que el propósito del proyecto se ha visto alterado.

Aclara los roles de cada miembro del equipo

Tras esta revisión de objetivos, a continuación es casi inevitable aclarar los roles de cada miembro del equipo. Puede ser que ese compañero que no colabora no sepa bien cuál es el suyo ni su función. En este punto conviene despejar dudas y aclarar misiones y objetivos específicos de cada uno de los miembros. Así todo sabrán qué se espera de ellos.

Ajusta roles a perfiles

Puede ocurrir que al esclarecer roles, descubras que ese compañero que no colaboraba con el grupo lo hacía porque no estaba ejerciendo el que le correspondía.

Como ya sabrás, existen distintos perfiles de empleados según sus características y motivaciones. Para que rindan y estén motivados, lo ideal es que éstas se correspondan con el rol que ejercen. Por ejemplo, si uno de los miembros es independiente y prefiere que no le estén constantemente supervisando, igual lo único que necesita es que le den más espacio de actuación para no sentirse tan controlado.

9 preguntas para saber qué sienten y piensan tus empleados

¿Cómo averiguar si un empleado tiene una idea para mejorar la empresa, si está frustrado o si piensa en abandonar la compañía? Preguntándoselo. Con estas 9 cuestiones obtendrás un feedback muy valioso de tus trabajadores que repercutirá a favor de la empresa.

 

A no ser que el grueso de tu plantilla lo formen robots (algo que de momento es bastante inusual), los empleados son un recurso que aporta (o resta) mucho valor a la compañía y de los que a menudo no se saca todo el partido porque se limitan a desarrollar sus funciones si que nadie les pida feedback.

Desde descubrir ideas originales, a solucionar frustraciones o incluso retener el talento. Se pueden conseguir muchos cosas y evitar problemas futuros escuchando qué sienten o piensan los trabajadores.

La clave está en convertirlo en rutinario y no sólo preguntarles cuando haya un proyecto en marcha o para revisar roles. Testando el ánimo del grupo se pueden percibir a tiempo posibles obstáculos que puedan darse y tener insigths que son de gran valor para la compañía.

Hay compañías especializadas en que otras conozcan mejor a sus empleados. Es el caso de Know Your Company, cuyo software permite a gerentes y directivos manejar todo ese feedback sin que ello les reste tiempo de sus funciones.

Pero si no quieres contar con tecnología específica, hay nueve preguntas clave que te darán la información que necesitas saber sobre tus trabajadores. Esta compañía se las ha hecho a 300 organizaciones de 15 países distintos, obteniendo las respuesta de  15.000 empleados, y estas han sido las respuestas:

1.¿Hay algo de tu trabajo que te intimide?

Por lo general, en entornos laborales las personas no tienden a mostrarse vulnerables ni reflejan dudas, porque la competitividad es alta y puede interpretarse como desconocimiento o debilidad. Pero superada esta fachada, lo cierto es que las hay. En esta encuesta casi un 70% de los trabajadores admitieron sentirse inseguros con ciertos aspectos de su trabajo.

2.¿Has visto algo recientemente que funcionaría bien en la empresa?

Esta pregunta es muy útil para coger ideas y comprobar si los empleados están interesados en el sector y miran lo que hace la competencia. En la encuesta hecha por Know Your Company el 75% de los empleados dijo que había visto iniciativas que le gustaría ver replicadas en su compañía.

3. ¿Hay algo que debamos medir en la empresa y que actualmente no tenemos en cuenta?

La respuesta a esta pregunta te da información sobre las métricas que estéis empleando y si hay datos que estáis obviando y os pueden ser útiles. El 78% de los empleados dijo que había aspectos necesario que no se estaba midiendo.

4.¿Hay algún área de la empresa con la que te gustaría interactuar más?

Una abrumadora mayoría (81%) de empleados aseguró que hay áreas y departamentos de la empresa que no eran el suyo que les interesaba conocer mejor.

5. ¿Hay algún beneficio que no ofrezcamos que te gustaría tener?

Aunque la respuesta pueda parecer obvia (afirmativa en el 76% de los casos), sirve para entender mejor las motivaciones de los trabajadores y redefinir lo que ya les ofrece la empresa, ya que puede haber beneficios que no les interesen y haya que suprimirlos.

6.¿Crees que podría aportar algo en un área que no tenga relación con tu rol?

A lo mejor un empleado desmotivado o estancado lo que necesita es retarse y verse desempeñando funciones nuevas. Con ese impulso la compañía notará que mejora su productividad. En la encuesta el 76% respondió afirmativamente.

7. ¿Hay alguien en la empresa de quien te gustaría aprender?

Esta pregunta te servirá para medir las ganas de crecer profesionalmente de tus trabajadores, y si tienen la capacidad para valorar el talento de los demás. El 92% de los encuestados dijo estar dispuesto a ser el aprendiz de uno de sus compañeros.

8.¿Cress que alguno de tus compañeros ha sido infravalorado?

El trabajo diario de una compañía puede hacer que pasen desapercibidas ciertas tareas o logros de los trabajadores, que tienen más importancia de lo que parece; detalle que en cambio son percibidos a menudo por los propios trabajadores. Con esta pregunta sabrás si tus empleados se sienten valorados.

9.¿Desconoces cosas de la empresa que te gustaría saber?

Para hacer employer branding es necesario que el trabajador conozca los valores de la compañía, y así saber si se siente identificado con ellos, pero mucho compañías fallan a la hora de transmitirlos. Una buena forma de saber si la plantilla conoce nuestra cultura es haciendo esta pregunta. Te sorprenderá saber que muchos de los que trabajan para ti no saben bien qué defiendes o en qué crees (en la encuesta lo expresaron el el 55% de los empleados).

Fuente: Ticbeat

Las habilidades que te ayudarán a conseguir un trabajo

A la hora de conseguir un nuevo trabajo no sólo se valoran los conocimientos técnicos del candidato; también entran en juego las denominadas “Soft Skills”. Descubre cuáles son, y cómo adoptarlas.

Los reclutadores no sólo buscan los candidatos con la mejor formación y más conocimientos técnicos, también buscan contratar empleados con una serie de cualidades personales.

Las habilidades de los empleados pueden clasificarse en dos grupos que el mundo anglosajón denomina como “Hard Skills” y “Soft Skills”. Las primeras son los conocimientos que hemos adoptado a los largo de nuestra formación académica y profesional, y que nos permitirán desempeñar las tareas correctamente. En cambio, las “Soft Skills” son el conjunto de talentos personales que nos ayudarán a trabajar en equipo, comunicarnos con el resto y resolver problemas, entre otros.

Ambas habilidades son complementarias, y a la hora de buscar nuevo talento las empresas valoran tanto el conocimiento, como la actitud. Sin embargo, parece que las “Soft Skills” tienen más importancia de la que algunos le conceden: un estudio publicado por la Asociación Americana de Psicología reveló que los jefes solían apostar antes por candidatos agradables que aquellos más formados para el puesto, aunque lo óptimo es encontrar un individuo que combine ambas cualidades.

Así, las investigaciones en la materia demuestran que los directores prestan especial atención a las habilidades analíticas y comunicativas de los posibles candidatos.

Estas son las “Soft Skills” por las que aumentarás tus posibilidades de contratación:

  • Resolución de problemas: Las empresas quieren tener a trabajadores autónomos, capaces de identificar cuándo deben afrontarse a una situación complicada sin asesoramiento. La mejor manera de adoptar esta habilidad es desarrollar un pensamiento claro y metódico; tómate tu tiempo para pensar, idea diversas soluciones y si es necesario plantéaselas a tu jefe. De cara a demostrar esta destreza en la entrevista es recomendable que anotes alguna situación en la que hayas resuelto exitosamente un problema en el pasado.
  • Atención a los detalles: La carencia de esta habilidad en un candidato es fácilmente identificable en el currículum: evita a toda costa tener erratas en tu CV; si el reclutador identifica un error probablemente estés desbancado. Una actitud cuidadosa debe acompañarte durante toda tu trayectoria profesional, tómate tu tiempo para hacer las cosas bien. Si ves que tu jornada no es suficiente para realizar todas tus tareas adecuadamente habla con te jefe, e incluso plantéate llegar algo antes a la oficina para darte un poco de margen.
  • Domina Microsoft Office: No es estrictamente necesario incluir dichos conocimientos en el curriculum, ya que generalmente se da por hecho. No obstante, si no te sientes completamente cómodo con la herramienta haz algún curso o sigue algún tutorial online para perfeccionarlo. Otros programas con las que es aconsejable familiarizarse son Slack, Google Drive y Skype.
  • Marketing: Independientemente de cual sea tu sector, saber promocionar tus ideas, productos y servicios siempre es una cualidad positiva. Para desarrollarla, es recomendable saber usar tus redes sociales y compartir artículos interesantes relacionados con tu industria. Así, haz uso de las RRSS para ampliar tus conocimientos; sigue a individuos o compañías influyentes que publiquen contenidos de tu interés profesional, y a ser posible cita a algunos en la entrevista.
  • Comunicación escrita y oral: Se trata de la habilidad más buscada por las empresas. Por muy técnica que sea tu labor, saber comunicarte es esencial. A la hora de relacionarte con el resto se amable, conciso y profesional; en persona presta atención a tus gestos corporales, mantiene contacto visual e intenta transmitir confianza; cuida los detalles al enviar un email. Para la entrevista también es importante demostrar y emplear esta cualidad; prepárate de antemano y haz algunas entrevistas de prueba antes si es posible. Ante todo recuerda: la práctica hace al maestro.

Así, las investigaciones en la materia demuestran que los directores prestan especial atención a las habilidades analíticas y comunicativas de los posibles candidatos.

Fuente: Ticbeat

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