9 preguntas para saber qué sienten y piensan tus empleados

¿Cómo averiguar si un empleado tiene una idea para mejorar la empresa, si está frustrado o si piensa en abandonar la compañía? Preguntándoselo. Con estas 9 cuestiones obtendrás un feedback muy valioso de tus trabajadores que repercutirá a favor de la empresa.

 

A no ser que el grueso de tu plantilla lo formen robots (algo que de momento es bastante inusual), los empleados son un recurso que aporta (o resta) mucho valor a la compañía y de los que a menudo no se saca todo el partido porque se limitan a desarrollar sus funciones si que nadie les pida feedback.

Desde descubrir ideas originales, a solucionar frustraciones o incluso retener el talento. Se pueden conseguir muchos cosas y evitar problemas futuros escuchando qué sienten o piensan los trabajadores.

La clave está en convertirlo en rutinario y no sólo preguntarles cuando haya un proyecto en marcha o para revisar roles. Testando el ánimo del grupo se pueden percibir a tiempo posibles obstáculos que puedan darse y tener insigths que son de gran valor para la compañía.

Hay compañías especializadas en que otras conozcan mejor a sus empleados. Es el caso de Know Your Company, cuyo software permite a gerentes y directivos manejar todo ese feedback sin que ello les reste tiempo de sus funciones.

Pero si no quieres contar con tecnología específica, hay nueve preguntas clave que te darán la información que necesitas saber sobre tus trabajadores. Esta compañía se las ha hecho a 300 organizaciones de 15 países distintos, obteniendo las respuesta de  15.000 empleados, y estas han sido las respuestas:

1.¿Hay algo de tu trabajo que te intimide?

Por lo general, en entornos laborales las personas no tienden a mostrarse vulnerables ni reflejan dudas, porque la competitividad es alta y puede interpretarse como desconocimiento o debilidad. Pero superada esta fachada, lo cierto es que las hay. En esta encuesta casi un 70% de los trabajadores admitieron sentirse inseguros con ciertos aspectos de su trabajo.

2.¿Has visto algo recientemente que funcionaría bien en la empresa?

Esta pregunta es muy útil para coger ideas y comprobar si los empleados están interesados en el sector y miran lo que hace la competencia. En la encuesta hecha por Know Your Company el 75% de los empleados dijo que había visto iniciativas que le gustaría ver replicadas en su compañía.

3. ¿Hay algo que debamos medir en la empresa y que actualmente no tenemos en cuenta?

La respuesta a esta pregunta te da información sobre las métricas que estéis empleando y si hay datos que estáis obviando y os pueden ser útiles. El 78% de los empleados dijo que había aspectos necesario que no se estaba midiendo.

4.¿Hay algún área de la empresa con la que te gustaría interactuar más?

Una abrumadora mayoría (81%) de empleados aseguró que hay áreas y departamentos de la empresa que no eran el suyo que les interesaba conocer mejor.

5. ¿Hay algún beneficio que no ofrezcamos que te gustaría tener?

Aunque la respuesta pueda parecer obvia (afirmativa en el 76% de los casos), sirve para entender mejor las motivaciones de los trabajadores y redefinir lo que ya les ofrece la empresa, ya que puede haber beneficios que no les interesen y haya que suprimirlos.

6.¿Crees que podría aportar algo en un área que no tenga relación con tu rol?

A lo mejor un empleado desmotivado o estancado lo que necesita es retarse y verse desempeñando funciones nuevas. Con ese impulso la compañía notará que mejora su productividad. En la encuesta el 76% respondió afirmativamente.

7. ¿Hay alguien en la empresa de quien te gustaría aprender?

Esta pregunta te servirá para medir las ganas de crecer profesionalmente de tus trabajadores, y si tienen la capacidad para valorar el talento de los demás. El 92% de los encuestados dijo estar dispuesto a ser el aprendiz de uno de sus compañeros.

8.¿Cress que alguno de tus compañeros ha sido infravalorado?

El trabajo diario de una compañía puede hacer que pasen desapercibidas ciertas tareas o logros de los trabajadores, que tienen más importancia de lo que parece; detalle que en cambio son percibidos a menudo por los propios trabajadores. Con esta pregunta sabrás si tus empleados se sienten valorados.

9.¿Desconoces cosas de la empresa que te gustaría saber?

Para hacer employer branding es necesario que el trabajador conozca los valores de la compañía, y así saber si se siente identificado con ellos, pero mucho compañías fallan a la hora de transmitirlos. Una buena forma de saber si la plantilla conoce nuestra cultura es haciendo esta pregunta. Te sorprenderá saber que muchos de los que trabajan para ti no saben bien qué defiendes o en qué crees (en la encuesta lo expresaron el el 55% de los empleados).

Fuente: Ticbeat

Las habilidades que te ayudarán a conseguir un trabajo

A la hora de conseguir un nuevo trabajo no sólo se valoran los conocimientos técnicos del candidato; también entran en juego las denominadas “Soft Skills”. Descubre cuáles son, y cómo adoptarlas.

Los reclutadores no sólo buscan los candidatos con la mejor formación y más conocimientos técnicos, también buscan contratar empleados con una serie de cualidades personales.

Las habilidades de los empleados pueden clasificarse en dos grupos que el mundo anglosajón denomina como “Hard Skills” y “Soft Skills”. Las primeras son los conocimientos que hemos adoptado a los largo de nuestra formación académica y profesional, y que nos permitirán desempeñar las tareas correctamente. En cambio, las “Soft Skills” son el conjunto de talentos personales que nos ayudarán a trabajar en equipo, comunicarnos con el resto y resolver problemas, entre otros.

Ambas habilidades son complementarias, y a la hora de buscar nuevo talento las empresas valoran tanto el conocimiento, como la actitud. Sin embargo, parece que las “Soft Skills” tienen más importancia de la que algunos le conceden: un estudio publicado por la Asociación Americana de Psicología reveló que los jefes solían apostar antes por candidatos agradables que aquellos más formados para el puesto, aunque lo óptimo es encontrar un individuo que combine ambas cualidades.

Así, las investigaciones en la materia demuestran que los directores prestan especial atención a las habilidades analíticas y comunicativas de los posibles candidatos.

Estas son las “Soft Skills” por las que aumentarás tus posibilidades de contratación:

  • Resolución de problemas: Las empresas quieren tener a trabajadores autónomos, capaces de identificar cuándo deben afrontarse a una situación complicada sin asesoramiento. La mejor manera de adoptar esta habilidad es desarrollar un pensamiento claro y metódico; tómate tu tiempo para pensar, idea diversas soluciones y si es necesario plantéaselas a tu jefe. De cara a demostrar esta destreza en la entrevista es recomendable que anotes alguna situación en la que hayas resuelto exitosamente un problema en el pasado.
  • Atención a los detalles: La carencia de esta habilidad en un candidato es fácilmente identificable en el currículum: evita a toda costa tener erratas en tu CV; si el reclutador identifica un error probablemente estés desbancado. Una actitud cuidadosa debe acompañarte durante toda tu trayectoria profesional, tómate tu tiempo para hacer las cosas bien. Si ves que tu jornada no es suficiente para realizar todas tus tareas adecuadamente habla con te jefe, e incluso plantéate llegar algo antes a la oficina para darte un poco de margen.
  • Domina Microsoft Office: No es estrictamente necesario incluir dichos conocimientos en el curriculum, ya que generalmente se da por hecho. No obstante, si no te sientes completamente cómodo con la herramienta haz algún curso o sigue algún tutorial online para perfeccionarlo. Otros programas con las que es aconsejable familiarizarse son Slack, Google Drive y Skype.
  • Marketing: Independientemente de cual sea tu sector, saber promocionar tus ideas, productos y servicios siempre es una cualidad positiva. Para desarrollarla, es recomendable saber usar tus redes sociales y compartir artículos interesantes relacionados con tu industria. Así, haz uso de las RRSS para ampliar tus conocimientos; sigue a individuos o compañías influyentes que publiquen contenidos de tu interés profesional, y a ser posible cita a algunos en la entrevista.
  • Comunicación escrita y oral: Se trata de la habilidad más buscada por las empresas. Por muy técnica que sea tu labor, saber comunicarte es esencial. A la hora de relacionarte con el resto se amable, conciso y profesional; en persona presta atención a tus gestos corporales, mantiene contacto visual e intenta transmitir confianza; cuida los detalles al enviar un email. Para la entrevista también es importante demostrar y emplear esta cualidad; prepárate de antemano y haz algunas entrevistas de prueba antes si es posible. Ante todo recuerda: la práctica hace al maestro.

Así, las investigaciones en la materia demuestran que los directores prestan especial atención a las habilidades analíticas y comunicativas de los posibles candidatos.

Fuente: Ticbeat

¿Eres millennial? Así puedes ahorrar para tu jubilación

Son la generación que lo tiene más difícil para ahorrar, porque sus ingresos son precarios, y no piensan tanto en la jubilación porque viven al día. Pero hay alternativas: aquí te dejamos algunas.

Nuestro sistema público de pensiones afronta una situación delicada: la población española no deja de envejecer, la tasa de natalidad está bajando, lo que hará que cada vez seamos menos (en 50 años, pasaremos de 46,5 millones a 41 millones de personas) y la crisis ha dejado en mínimo la hucha de las pensiones. Una hucha que la naturaleza de los empleos actuales (temporales, sector servicios, etc) no ayuda a incrementar.

Inversores y analistas coinciden en que dentro de unos años no será suficiente con la pensión pública, y pese a ello muchos profesionales, sobre todo los de la generación millennial, ni si quiera se han parado a pensar en su jubilación. Su filosofía del “vive ahora” les hace ver ese momento como muy lejano y sus ingresos medios (si es que los tienen) tampoco les permiten ahorrar.

Los millennials son una generación que va a afrontar aún más dificultades para acceder a una jubilación digna. Pero eso, les conviene ir reservando una pequeña hucha cada mes, por pequeña que sea; y cuanto antes lo hagan, mejor, para llegar más holgados cuando les llegue su retiro profesional.

¿Pero cómo? Algunos informes aseguran que las entidades financieras y aseguradoras no ofrecen productos específicos de ahorro y jubilación para esta generación. Lo que se agrava por el hecho de que muchos jóvenes carecen de formación financiera, por lo que se sienten un poco perdidos a la hora de aplicar mecanismos de ahorro.

Si es tu caso, no desesperes. Aquí van algunas sugerencias para que reserves una parte de tus ingresos mensuales al ahorro y tu jubilación:

  • Empieza a ahorrar dinero, aunque sea una cantidad irrisoria: si acabas de empezar a trabajar o tu sueldo no es alto (o incluso variable, si eres autónomo) resérvate una pequeña parte, por ejemplo un 5 o un 10%. Fíjate el mismo porcentaje cada mes, resérvalo y respétalo. Ya tendrás tiempo de ir engrosándola.
  • Fíjate objetivos: no hay nada más motivante a la hora de ahorrar que hacerlo con un propósito.Mejor cuanto más atractivo sea, pero no siempre tiene por qué ser un capricho o unas vacaciones inmediatas. Consiste más bien en tener claro por qué se está ahorrando, ya seapara dentro de poco o en los próximos años.
  • Planes privados de empresa: en otros países es habitual que las compañías participen en la construcción de las pensiones de los futuros jubilados. En España cuesta más encontrar organizaciones que ofrezcan planes de pensiones a sus trabajadores, pero las hay. Si es el caso de la tuya, consulta sus condiciones, y si te interesa, después podrás aumentar la contribución a medida que progreses en tu carrera (aunque hay máximos según salario). Ten en cuenta que ese dinero no podrás usarlo hasta que te jubiles.
  • Busca ingresos extra: los millennials están acostumbrados a tener varios trabajos a la vez, o si no a complementar uno principal con alguna actividad extra que les dé un rédito económico, aunque sea pequeño. Si te has fijado un mínimo para ahorrar pero no llegas a fin de mes, aquí tienes algunas ideas para ganar ganar dinero (incluso mientras duermes), que te ayudarán a conseguirlo
  • Aplicaciones fintech: si hay un segmento fintech que ha crecido especialmente, junto con el de pagos móviles y lending, es el de la planificación financiera. Quién no conoce Fintonic (aunque hay muchas más), muy útiles para quienes tienen problemas para administrar su dinero. Los millennials son además heavy users de estas apps.

Fuente: Ticbeat

 

Signos que delatan agresividad al mandar un correo electrónico

¿Crees que estás siendo demasiado prepotente por email? Te mostramos una serie de signos que delatan agresividad al mandar un correo electrónico.

A veces, hay que contar hasta diez cuando recibimos un correo electrónico. Y es que todos hemos sufrido algún email de ese jefe, cliente o amigo un tanto violento y que, al leerlo, piensas: ¿Le habré hecho algo?

Para que no te ocurra lo mismo, hemos recopilado una serie de signos que delatan agresividad en un correo electrónico.

Así podrás ahorrarte todo ese drama a posteriori que puede ocasionar una frase mal expresada.

Si quieres saber cuáles son, echa un vistazo a esta lista.

1. Repetir el ‘Reenviar a todos’

Estar en copia de una cadena de e-mails con otras diez personas puede ser considerado como un signo pasivo-agresivo a la hora de mandar un correo.

Ten cuidado con este tipo de cosas porque la gente puede llegar a estas tres conclusiones: que necesitas que todo tu equipo te felicite por algo que has hecho, lo que denota que eres un poco egocéntrico; que eres un poco “inútil” por poner en copia a mucha gente cuando es un tema que pueden resolver dos personas; o que eres un insensible porque no valoras el trabajo de los demás. En cualquier caso, ninguna de las tres te beneficia.

2. No quisiera molestarte, pero…

A pesar de que este cliché puede parecer correcto a la hora de enviar un email un tanto “molesto”, no es así.

Si le estás preguntando algo por correo a un compañero, entonces no le estás molestando. Simplemente, estás haciendo tu trabajo, así que elimina esta frase de tu vocabulario.

3. Poner en copia al jefe

No estamos en preescolar, por lo que la “profe” no tiene que enterarse de absolutamente todo lo que haces. Poner en copia a tu jefe en un asunto que sólo atañe a dos personas no muestra transparencia con tu superior, sólo hará que el compañero al que mandas el email piense que eres demasiado agresivo.

4. Correos urgentes que no lo son

Poner “Urgente ” en el asunto de un e-mail que no es urgente es una de las cosas que más perturban el trabajo de la gente. Por eso, deberías evitarlas a menos que, realmente, lo necesites.

5. Mayúsculas

Hay una norma no escrita que dice que si escribes en mayúsculas es como si “gritaras” virtualmente. Así que, si no quieres mostrar agresividad en un correo electrónico, evítalas.

Fuente: Ticbeat

 

 

5 claves para saber si tu trabajo es tóxico

¿No te sientes realizado o valorado en tu empleo actual? Quizás es porque estás en un trabajo tóxico. Te damos 5 claves para averiguarlo.

En ocasiones, un trabajo tóxico es tan nocivo para la salud como el tabaco. Por esa razón, lo mejor es que dimitas cuanto antes.

Sin embargo, a veces no es más que una mala racha o un par de compañeros demasiado autoritarios.

Entonces, ¿Cómo saber si estás en un trabajo tóxico? Nosotros te damos cinco claves para averiguarlo.

1. Eliges a tus compañeros de trabajo

Es genial trabajar para una empresa agradable, y más aún si tienes compañeros de trabajo de tu edad, con los que salir e intercambiar opiniones más allá del ámbito laboral.

Sin embargo, tienes que tener vida más allá del trabajo. Por eso, si eres de los que cancelan planes familiares o personales continuamente por salir con tus compañeros de mesa…no tengas duda de que estás en un trabajo tóxico.

2. Tu felicidad laboral define tu felicidad

Obviamente, nadie puede negar que tener un buen día en el trabajo siempre es mejor que tener un día malo.

Sin embargo, si tu felicidad depende de cómo de bien te trate tu jefe o cómo de alabados sean tus proyectos, es obvio que estás en un trabajo tóxico.

Y es que hay vida más allá del ámbito laboral que te puede llenar mucho más.

3. Tienes problemas para dormir

Otra de las claves para saber si estás en un trabajo tóxico es el sueño.

Y es que el no dormir bien es un claro indicativo de que algo te estresa, por lo que hay algo en tu vida que no va bien…y probablemente sea tu trabajo.

4. No puedes dejar de pensar en el trabajo

Es difícil desconectar por completo del trabajo, lo sabemos. Sin embargo, tienes que aprender a dejar de lado el móvil, el correo y el ordenador.

Si no hay forma de que esto suceda y está influyendo en tu vida personal, entonces estás en un trabajo tóxico.

5. Tienes un campamento en tu mesa

Quizás, el mayor indicativo de que estás en un trabajo tóxico es que tienes un campamento en tu mesa. Y con esto nos referimos a que tienes de todo: una botella de agua, una taza de café, un sandwich, snacks, e incluso, un par de zapatos extra por si tienes una reunión improvisada.

En cualquier caso, si tu mesa de trabajo se empieza a parecer al salón de tu casa…es hora de pensar en dimitir, porque te está absorbiendo la vida.

 

5 consejos para alcanzar tu equilibrio financiero

El dinero no es un tema tan complejo, pero pocos le dedican el tiempo necesario para comprenderlo, ocupados siempre por lo urgente, por lo inmediato, pierden de vista lo más relevante, lo que les puede traer progreso en el mediano y largo plazo. Por supuesto que puedes culpar al sistema, a la escuela o a tu familia, pero al final es tu responsabilidad aprender cómo se genera el dinero, cómo se maneja y cómo se preserva.

Aprende cómo funciona el dinero

Las personas con finanzas saludables entienden que el dinero no es algo que llega de la nada o se crea por suerte. Las finanzas personales saludables no son un accidente, sino una acción, un hábito. ¿Quieres jugar? aprende las reglas: finanzas personales y negocios.

Que tu trabajo principal te permita ahorrar e invertir de manera regular

Si no es así, no llegarás a ningún lado. Hay que cambiarse de trabajo y si se es dueño de un negocio, hacer las modificaciones necesarias para que la compañía lo permita.

Generar ingresos pasivos

¿Qué es un ingreso pasivo? Es un ingreso distinto al sueldo que nos llega mes con mes sin que nosotros tengamos que trabajar directamente por él. Dinero por inversiones, por regalías, por rentas, por intereses o porque somos socios de algún negocio y mensualmente nos dan utilidades.

Si no generamos estos ingresos pasivos ¿qué va a pasar el día que perdamos el trabajo, cuando enfermemos, tengamos un accidente o cuando queramos tomar uno o dos  meses de vacaciones? No podremos porque no generamos dinero si no estamos trabajando ocho o 10 horas diarias.

¿Y cómo generar esos ingresos pasivos?

Uno genera ingresos pasivos cuando compra activos. Y muchos dirán que no les alcanza para hacer esas inversiones, entonces tenemos que regresar al punto anterior: “Que tu trabajo principal te permita ahorrar e invertir de manera regular” y no subestimar capital alguno, aunque sea poco, hay que recordar que la gota de agua perfora la roca, no por su fuerza, sino por la constancia.

Incrementa tu capital poco a poco, genera ingresos pasivos y un día el dinero terminará trabajando para ti.

Actualízate e innova

Hay gente que se dedica a trabajar en actividades que cada vez tienen menos demanda, entonces uno se tiene que preguntar, ¿eso que estoy haciendo tendrá cada vez más demanda o menos? Si nos dedicamos a algo que cada vez tiene menos demanda un día quedaremos obsoletos.

Reducir gastos en acceso a la tecnología, información y educación, no es ahorro

Cuando por cualquier circunstancia tenemos que reducir nuestros gastos, no debemos tocar los que se refieren a nuestro acceso a la tecnología, información y educación, porque si yo reduzco esos tres aspectos, disminuirán mis ingresos potenciales futuros.

Por lo que  ese “ahorro”, se convierte en un costoso error.

7 estrategias para tratar con clientes malhumorados

El objetivo del freelancer, empresario o proveedor de servicios se puede resumir en este básico algoritmo: consigue un cliente, obtén un trabajo temporal, trabaja rápido , obtén tu paga, comienza de nuevo.

Para alcanzar ese objetivo no debes hacer enojar a tu cliente. Pero hay un problema. Algunos clientes siempre podrán  encontrarle el pelo en la sopa. No importa si eres el mejor freelance o sí tienes más de una década de experiencia. Puedes alcanzar tus metas con la destreza de Albert Einstein y la creatividad de Leonardo Da Vinci, ofreciendo servicios impecables y sin embargo, puede haber uno o dos clientes que simplemente nunca podrás complacer.

No es para preocuparse. La ciencia nos asegura que estos siete métodos pueden ayudar a calmar la rabia de tus clientes y también tus niveles de frustración.

1. Calmar al diablo interno

Supongamos que un cliente enojado te llama y empieza a gritar acerca de lo insatisfecho que está con tu servicio. La mayoría de la gente reacciona de manera automática y grita de regreso. No lo hagas. No digas ni una palabra y no lo interrumpas. Deja que tu cliente se desahogue.

Las investigaciones muestran que la habilidad para pensar de forma critica y tomar decisiones inteligentes se desploma cuando permites que la ira controle tus acciones.

Estas conversaciones se convierten en un concurso de gritos interminables que dejan a ambos con un mal sabor de boca y la situación irreconciliable. Estas interacciones también descartan cualquier posibilidad de trabajar juntos en un futuro.

2. Escuchar

Ahora que estás tranquilo, haz un intento consciente de escuchar a tu cliente mientras ella o él enumera todo lo que no le gustó. Está comprobado que de esta forma puedes influir en tus clientes y complacerlos. Más allá de mantener la calma y dar a alguien tu plena atención, requiere de tu resistencia, paciencia y concentración. Incluso los negociadores de rehenes del FBI lo hacen para disminuir los incidentes y salvar vidas.

Escribir notas mientras escuchas podría ayudarte. Esto te asegura que no olvidarás los detalles importantes para pensar en posibles soluciones. Los freelancers que manejan el arte de escuchar, por lo general tienen un año de trabajo más solido.

3. Hacer preguntas

En lugar de ponerte a la defensiva y tratar de alejar tu culpa, haz preguntas abiertas como: ¿qué te gustaría que hiciera? o ¿cómo te gustaría que remediara esta  situación?, sería un buen comienzo. Esto relajará a tu cliente y creará la fuerte impresión de que estás de su lado.

Una vez que aprendes la manera en que tu cliente quiere que los errores se corrijan, lograrás equilibrar tus gastos. Dale las gracias por la retroalimentación y discúlpate por los contratiempos.

4. Intenta ser gracioso pero con cuidado

El humor puede reducir la tensión en situaciones de alta presión, según la American Psychological Association,. Los profesionales creen que esto puede ayudar a restaurar una perspectiva más equilibrada. Piensa en tu cliente como una forma de vida unicelular, trata de imaginar cómo sería. Imagina una ameba sentada en un escritorio y hablando por teléfono. Hacer esto podría ayudar con tu enojo y te conduce a una resolución mutuamente agradable.

Todos hemos escuchado alguna vez que la risa es la mejor medicina. Alivia el estrés, eleva el estado de ánimo, mejora la creatividad y te hace más resistente. Sólo ten cuidado de no ser sarcástico con tus clientes porque se podría sentir agredido e interpretarlo como una actitud de evasión.

5. No te lo tomes personal

Date cuenta de que tu cliente no está tratando de asesinarte. El enojo que está sintiendo tiene poco que ver contigo a nivel personal, así que no te adjudiques los problemas. Tu cliente está en desacuerdo por los servicios que tú o tu personal realizó. Pero, ¿el problema es necesariamente contigo? No.

De hecho hay veces que el enojo de otra persona no tiene que ver contigo en absoluto. Reconocer esta verdad puede tener una gran influencia en tus habilidades para afrontar una situación.

6. Saber cuándo desengancharse

De acuerdo con el profesor e investigador de ira Ryan Martin, “en cualquier situación con una persona excesivamente enojada, llega el momento en que debes huir”. Como presidente del Departamento de Psicología de la Universidad de Wisconsin Green Bay, estudia muchas facetas de la experiencia de la ira. Esto incluye sus consecuencias y la manera en que la gente la expresa en internet.

Existen motivos por los cuales el desengancharse podría ser el movimiento más inteligente. Primero, debes permanecer seguro y protegerte. En segundo lugar, la probabilidad de obtener un resultado positivo es mínimo en comparación con la situación.

Tu cliente puede estar tan enojado que una conversación sana y razonable simplemente no es posible en ese momento. Si ese es el caso, lo mejor es sugerirle, “podemos hablar de esto más tarde, cuando ambos estemos más tranquilos”. Después de eso, esfúmate.

7. Deja que tu cliente tenga la última palabra

Esto no termina hasta que la conversación concluye. Da una buena impresión de ti dejando que tu cliente tenga la última palabra. Si es necesario ofrecer un comentario final, ten cuidado de no estar a la defensiva. Es probable que con tus últimas palabras dejes ver quien tiene la razón.

El psicólogo clínico Albert J. Bernstein dice que esta es una buena manera de regresar al cliente al “modo de ataque” y arruinar el progreso que hayas hecho. En su libro, “Dinosaur Brains: Dealing With ALL THOSE Impossible People at Work”, se explica el comportamiento del cerebro detrás de las confrontaciones y se sugieren formas productivas de manejar discusiones difíciles en el trabajo.

5 atributos de la gente súper exitosa

Durante mis de 25 años como periodista, ejecutivo de comunicaciones corporativas y empresario, he tenido la oportunidad de trabajar e interactuar directamente con algunas de las personas más exitosas del mundo.

Sin importar si era un líder de negocios multimillonario, un atleta famoso o el ex presidente de los Estados Unidos; todos comparten estos 5 cinco atributos.

1. Tienen asesores capaces de resolver problemas

Una de las mejores lecciones que nos da la vida, es que en equipo se toman mejores decisiones que de manera individual. Cada persona exitosa con la que he trabajado tiene un equipo de asesores capaces de proporcionar experiencia, consejos, conocimiento, e ideas para ayudar a tomar las mejores decisiones posibles.

Tal vez lo más importante es que estos asesores están dispuestos a decirle al “jefe alfa” cuándo y por qué el líder está equivocado. Resistirse al trabajo en equipo juega un papel crítico en el avance individual y continuo de los guías.

2. Tienen una resistencia increíble

Cada uno de estos líderes tienen otro nivel de resistencia física, mental y emocional. Me sorprendí muchas veces por su capacidad para seguir avanzando y lograr lo que otras personas no están dispuestas a hacer.

Mientras que, intencionalmente, toman tiempo para descansar y recargarse, en teoría parece que cuando están cuesta abajo prefieren tomar esa energía para no perder el impulso. Algo así como los refuerzos del ejército.

No me explico cómo durante años mantienen ese nivel de resistencia, en lugar de pensar que es un sacrificio. Todos tienen un equipo y es “proactivo”.

3. Tienen curiosidad intelectual

Si bien, siempre hay excepciones a la regla, las personas más exitosas estudian de por vida. Muestran de manera intrínseca un impulso para entender las cosas, las circunstancias y a las personas que los rodean.

A veces, su curiosidad ni siquiera beneficia directamente a su proyecto, su iniciativa o negocio. Es como si tuvieran dentro un enorme letrero parpadeando en color neón que dice: “¿Qué pasa si…” y “¿Por qué no…?”

4. Tienen modales

Todos hemos visto o conocido gente exitosa que está lejos de comportarse como un idiota. En la mayoría de los casos, no son exitosos a causa de su comportamiento gracioso (a menos que esa sea su intención).

La realidad es que tanto los socios, los asociados, los vendedores, los inversores como los clientes, prefieren comprometerse con personas amables y educadas que con un bufón.

Los modales son importantes, incluso cuando alcanzaste el éxito.

5. Tienen una perspectiva positiva

Por último, las personas más exitosas que conozco son muy optimistas acerca del futuro, piensan que el mañana siempre será mejor que hoy. Creo que su enfoque es impulsado, en gran parte, por la manera en que internamente se concentran en el control que les hace creer que tienen el poder, la habilidad, el talento y los recursos para dar forma a ese futuro.

Incluso si no pueden cambiar el mundo, están totalmente convencidos de que pueden hacerlo con su respectiva parte.

Aunque hay una lista interminable de atributos que pertenecen a las personas exitosas, estos fueron los cinco rasgos que tienen la docena de personas con éxito que he conocido en común.

Si estos atributos no son el camino directo para el éxito, ciertamente, están correlacionados con lo mejor de él.

3 cosas que influyen en tu productividad

En qué trabajas, qué tan eficiente eres y qué harás mañana, todo depende de qué tan consciente estás de estos aspectos. Y es importante dar un paso hacia atrás y evaluar estos tres factores que contribuyen a tu productividad, o la obstaculizan, y hacer los cambios pertinentes. Toma nota:

1. ¿Cuáles son tus rutinas? ¿Te están sirviendo?
La homeostasis es un término científico que describe la situación “normal del sistema”, o un estado de equilibrio. Tu homeostasis son las cosas que haces y en qué orden las haces cada día, y que ahora se han convertido en tu forma normal de trabajar.

¿Qué herramientas y dispositivos siempre tienes contigo? ¿Qué aplicaciones y programas siempre están abiertos en tu computadora? ¿A qué hora del día envías más emails? ¿A dónde te vas cuando tienes que pensar profundamente acerca de tu producto, servicio, clientes o metas?

Sabes que has ‘normalizado’ tu flujo de trabajo si, cuando haces algo de manera distinta, o incluso si decides no hacerlo, sientes que algo falta o está mal. Obviamente, tu productividad se ve afectada si no tienes conexión a internet, si tu cafetería favorita está cerrada o no sirve la máquina de café, o si se muere la batería de tu celular y no puedes trabajar normalmente.

Acción: Durante la próxima semana, identifica a detalle los hábitos y rutinas que tienes. Conforme trabajas, pregúntate si hay una mejor manera de hacerlo. La forma más rápida de lograrlo que conozco es observando el trabajo de alguien más, ya que te servirá para ver tu flujo laboral con una mirada fresca.

2. ¿Dónde trabajas?
El lugar en el que trabajas cambia lo que haces, qué tan efectivamente lo haces y qué tan bien se hace. Las cosas que te rodean y la atmósfera en la que te encuentras afectan la forma en la que usas tu tiempo. ¿Quieres ser más productivo? Mejora tu contexto de trabajo.

Considera las siguientes preguntas: ¿Pasas mucho tiempo buscando cosas que necesitas para hacer tu trabajo? ¿Te sientes cómodo usando las herramientas y dispositivos que utilizas? ¿Los dispositivos funcionan como deberían funcionar? ¿Las personas utilizan otras herramientas que tú podrías probar para trabajar más eficientemente? ¿Te sientes inspirado por tus alrededores?

El propósito de hacerte estas preguntas es para ayudarte a pensar en cómo el contexto te influye de manera positiva o negativa. Cuando quieras hacer algo importante, cambia tu contexto.

Acción: Durante la próxima semana, identifica el contexto en el que mejor trabajas. Experimenta haciendo diferentes tipos de trabajos (pensar, planear, responder, crear, etcétera) en contextos que creas apoyen el trabajo que necesitas realizar en ese momento.

3. ¿Con quién pasas la mayor parte de tu tiempo?
Las personas con las que pasas más tiempo influyen en tu productividad. Toma riesgos, intenta conocer personas nuevas y construye tu red de conexiones. No sólo estoy hablando de las redes sociales; sino de las conversaciones cara a cara que tienes con las personas a quienes llamas amigos. La gente que nos rodea influye en nuestra mentalidad y comportamiento. Si pasas tiempo con personas que quieren lograr más y que apoyan tus metas y potencial, esto se verá reflejado en tu propia vida y logros.

Acción: Haz una lista de las cinco personas con las que pasaste más tiempo durante la semana pasada. Después, evalúa del uno al cinco (uno, el más; cinco, el menos) en términos de qué tanto apoyan tu productividad. De ser posible, pasa menos tiempo con aquellos que recibieron la peor evaluación.

Tómate 15 minutos para agendar estas acciones. Experimenta con una o dos de ellas por cinco días y observa cómo te influyen de una manera más positiva.

5 malos hábitos que debes cambiar para ser más productivo

¿Sabías que tener recompensas y dejar de hacer cosas te ayuda a ser productivo en tu vida diaria? Aquí te decimos qué estás haciendo mal y cómo cambiarlo.

Hoy en día, la productividad es muy importante para el ritmo del mundo. La mayoría de las personas tratan de incluirla a su rutina para hacer más cosas, pero lograr ese enfoque toma tiempo antes de ver resultados.

Muchas veces, lo único que necesitas para triplicar tu productividad es dejar de hacer algunas cosas; de esta manera verás y sentirás una enorme diferencia. Dejar de hacer actividades que te quitan el tiempo, te dará el espacio que necesitas para las cosas que realmente importan. Puede parecer contradictorio, pero primero debes detenerte para después comenzar a integrar nuevos sistemas en tu vida.

Si buscas por donde comenzar, considera la manera en que gastas tu tiempo y concéntrate en eliminar estos cinco hábitos. Utiliza estos trucos para ayudarte a ser responsable de manera constante.

 

1. Programar cada segundo de tu día (sin tiempo libre)

Puede caerte de sorpresa, pero si deseas comenzar a mejorar tu productividad, debes dejar de programar cada segundo del día. La gente disfruta el proceso de establecer y concluir actividades en su calendario. Pero si programas demasiadas cosas, terminarás odiando tus días de trabajo.

Esto se convertirá en un desastre y no lograrás terminar tanto como habías planeado. Incluso si surge una emergencia o ya no tienes la energía para hacerlo, perderás todo el día.

¿La solución? Opta por un método más sencillo como escoger sólo seis tareas importantes que quieras terminar antes de ir a dormir. Al despertar, crea un esquema simple para aquellas cosas que quieres lograr, pero no seas demasiado rígido.

Mantente enfocado en las tareas más importantes y no olvides desayunar por la mañana. Escucha lo que tu cuerpo te está diciendo.

2. Intentar tener éxito en múltiples cosas a la vez

Todos queremos tener éxito en muchos aspectos de la vida: construir negocios para múltiples mercados, ser un atleta, viajar por el mundo y así sucesivamente. Es aquí donde la mayoría de las personas tiende a perderse.

Si quieres hacer muchas cosas al mismo tiempo, te estás programando para quedar corto en más de una actividad. O bien, si tienes éxito, la ley de distribución te traerá un poco de felicidad que no se compara a la satisfacción de los grandes triunfos.

Cuando obtengas éxito, reduce el tiempo que hayas dedicado y redirige esas horas o minutos a otras tareas. Es mejor identificar aquello que te ayudará a alcanzar otras metas y enfocar toda tu energía en ese catalizador para lograr el cambio.

¿La mejor parte? Puedes aprovechar el éxito inicial para el futuro. Por ejemplo, si construyes ese negocio en el que has estado pensando y obtienes un beneficio consistente, puedes utilizar el éxito y capital obtenido para alimentar otras iniciativas, alcanzando el éxito dos veces más rápido que en la primera empresa. También puedes usar tus ingresos netos para viajar por el mundo sin preocuparte por el dinero o la necesidad de cuidar tu negocio.

3. Apuntar hacia la perfección

¿Conoces ese sentimiento que te fastidia cuando intentas lanzar un proyecto nuevo? ¿Esa sensación de trabajar en un nuevo sitio web y encontrar pequeños detalles que no son perfectos?

Si eres como yo, que está dispuesto a pasar horas o incluso días buscando la idea perfecta. Con el tiempo he notado un efecto de bola de nieve: Cuando empiezo a arreglar una cosa, encuentro muchas más que también necesitan ser perfectas. Mucho tiempo después, sin energía para realizar el trabajo, esto se convierte en un loop interminable. Y eso puede retrasarte de manera indefinida.

La realidad es que nadie notará tus defectos de la manera en que tú lo haces. Además, si fallas, aprenderás algo. En lugar de eso, ten claro el objetivo de conseguir que tu proyecto este al 90 por ciento y lánzalo. Puedes hacer ajustes a medida que avances.

4. Saltarte los descansos para hacer más cosas

¿Cuándo trabajas más, logras más, cierto? (Pregunta con truco: 100 por ciento equivocada.)

Todo aquello que logres, es equivalente al tiempo que le dediques, menos el ritmo de trabajo. Tal como Cal Newport demuestra en su libro “Deep Work: Rules for Focused Success in a Distracted World”.

De modo que si pasas 10 horas haciendo cosas a un ritmo de 2, obtendrás el mismo resultado que si pasas 2 horas a un ritmo de 10. En una cuarta parte del tiempo, lograras hacer lo mismo. La clave para lograr más cosas es aumentar la intensidad del ritmo. Es un concepto maravilloso.

Para crear este hábito, puedes seguir la técnica de Pomodoro. Trabajar sin interrupción una sola tarea durante 25 minutos y después tomar un descanso de cinco. Tras cuatro ciclos, puedes tomar un descanso más largo. Este es uno de los tres pasos que me ayudaron a construir mi negocio mientras estudiaba odontología.

5. No recompensarte

¿De qué manera el recompensarte aumenta la productividad? Recibir una recompensa te inspira a mantener el ritmo. Si deseas lograr más cosas, necesitas más recompensas.

Cuando hayas trabajado sin parar durante dos horas, recompénsate con algo sencillo como un chocolate. Incluso, puedes programar tiempo libre en tu calendario para disfrutar de estas recompensas. Una ráfaga más larga de trabajo puede tener como recompensa poder pasar el tiempo viendo una película nueva.

Puede parecer mentira, pero confía en mí cuando te digo que es muy importante tomar tiempo para estos momentos. Si no lo haces, te fastidiarás rápidamente. Programar “premios” no sólo impide llegar a ese punto crítico, sino que también te ayuda a concentrarte en la tarea que estas realizando. Ahora eres consiente del tiempo que asignaste para hacer el trabajo, y además, sabes que pronto tendrás una recompensa bien merecida. Disfrútala.

Fuente: Here 

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