Para su libro In the Company of Giants, los autores Rama Dev Jager y Rafael Ortiz le preguntaron a Steve Jobs sobre cómo formar un equipo. El emprendedor les respondió, “Cuando tienes una startup, las 10 primeras personas determinarán si la empresa tendrá o no éxito”.
¿Quieres reclutar y contratar gente talentosa e innovadora? Aquí te compartimos algunas ideas de Jobs para el proceso de contratación, de acuerdo a Jay Elliott, ex vicepresidente de la firma quien fuera contratado por el mismo Steve:
Define los requisitos, pero no seas rígido
A primera vista, este punto puede parecer muy obvio. Sin embargo, continuamente, las personas encargadas de contratar empleados no se han dado a la tarea de definir de manera precisa cuál es la necesidad. Podrías estar entrevistando a la persona perfecta y no darte cuenta; o el encargado de cubrir ese puesto podría estar buscando al candidato incorrecto; o, peor aún, que contrates a la persona incorrecta.
Jobs siempre tenía una idea exacta de la necesidad, pero, al mismo tiempo, no era rígido acerca de las cualificaciones. A veces sus elecciones me sorprendían: cuando él veía algo en un candidato, por lo general los demás no lo veíamos… sin embargo, algo le decía “Ésta es la persona indicada para el trabajo”. Y tenía razón.
Eso fue lo que ocurrió con Susan Kare. En su secundaria en Pennsylvania, Susan conoció a Andy Hertzfeld, quien se convertiría en uno de los primeros miembros del equipo de Mac. Steve se había cautivado con la “interfaz gráfica” que había visto en el Centro de Investigación de Xerox en Palo Alto, que utilizaba íconos en la pantalla que facilitaban las operaciones de rutina.
¿Quién iba a imaginar esos íconos, así como otras partes del diseño de pantalla para que fuera fácil (hasta obvia) de usar? Andy sugirió a Susan, quien era una artista reconocida. Prácticamente cualquier otro ejecutivo en esa posición no hubiese entrevistado a Susan. Ella era una artista creativa que no sabía nada de tecnología. No tenía la frase “calificada para el trabajo” escrita en ningún lado.
Sin embargo, Steve identificó una chispa en ella: la habilidad de ponerse rápido al corriente y la creatividad necesaria para generar ese tipo de contribuciones innovadoras que Steve impulsaba. Finalmente, Jobs decidió que el talento y la pasión de Susan eran más importantes que el hecho de que su conocimiento tecnológico era nulo. Y la contrató como parte clave del equipo de Mac.
No limites tu búsqueda a los métodos tradicionales
Las invitaciones a Steve para impartir clases en la Universidad de Stanford se convirtieron en parte de su rutina. Los estudiantes consideraban un privilegio el tener la oportunidad de discutir problemas de negocios reales con el emprendedor cuya compañía era líder en la nueva industria de computadoras personales. Pero esto también funcionaba para Steve quien encontraba en los alumnos una forma de sentirse inspirado. Además, en cada estudiante, Jobs veían un posible candidato para contratar para el grupo Macintosh.
Mike Murray era un estudiante veinteañero de MBA. Steve habló de Apple y de cómo estábamos tratando de cambiar el mundo con las computadoras personales. Eso era todo lo que Mike necesitaba escuchar; él quería ser parte de ese proyecto. Steve quedó impresionado, y Mike obtuvo un trabajo como cabeza de marketing de Mac.
Bob Bellville tenía 21 años en la primavera de 1981 y estaba cerca de graduarse de Stanford. Por ocho años, había trabajado medio tiempo para Xerox. Steve notó que Bob tenía una profunda perspicacia sobre cómo construir tecnología en un producto. Bob también tenía una valiosa percepción sobre cómo debía operar la compañía, algo que a Steve le gustó. El entrepreneur vio en él a un ingeniero inteligente que tenía un pensamiento independiente y habilidades de liderazgo.
Alguien en Stanford le dio a Steve el nombre de Mike Boich, un exalumno de Stanford que había aplicado para un MBA en Harvard. Steve se puso en contacto con Mike y lo contrató. Fue Boich quien se enfrentó a uno de los mayores retos de Macintosh en su lanzamiento, acuñando la palabra “evangelistas” para referirse a las personas en el equipo que él ayudó a reunir: Su trabajo era persuadir a los desarrolladores de software de crear programas para Mac. Esto probó ser un esfuerzo contundente, tanto que Macintosh no hubiese sobrevivido sin los evangelistas.
La gente talentosa conoce gente talentosa
Steve solía decir, “Asegúrate de que sólo contrates jugadores de 10”. Si contratas gente no tan talentosa, afirmaba, éstos contratarán gente aún menos talentosa, lo que pronto destruirá toda la operación. Sin embargo, obviamente no todo el mundo puede contratar sólo a los más calificados.
Entonces, ¿cómo encuentras personas talentosas y que queden en tu empresa? Una de tus mejores fuentes son tus mismos empleados. La gente inteligente por lo general prefiere la compañía de otras personas inteligentes. Cuando necesites contratar a alguien, pídeles a tus mejores empleados que te recomienden a alguien que admiren.